(NOTA DEL EDITOR: Traducción del artículo original Analysis of LDS Growth in Santiago, Chile» publicado originalmente el 29 de marzo de 2014 por el grupo de estudios Cumorah International LDS Resources. Es el primer estudio publicado de su clase que se enfoque en la capital chilena. Éste es el primero de una serie de estudios que son traducidos por El Faro Mormón desde Cumorah en cuanto al crecimiento de la Iglesia en diferentes urbes de América Latina.)

Por Matt Martinich, de Cumorah International LDS Resources
Traducido por Gabriela Parra (YI)

Visión General

La cuarta área metropolitana más poblada en América del Sur de habla hispana, Santiago es la capital y la ciudad con más habitantes de Chile; y a finales de 2013 tenía una población de 6.8 millones. La provincia de Santiago está ubicada en la Región Metropolitana e incluye a la ciudad de Santiago. Está dividida en 32 municipalidades que para el año 2012 tenían, entre todas, una población de 4,98 millones de habitantes. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha experimentado uno de sus crecimientos más profundos y rápidos en América del Sur dentro del área de Santiago durante los últimos 25 años del siglo veinte, pero ha mostrado una disminución o estancamiento de ese crecimiento en los primeros años del siglo veintiuno.

Este estudio hace una revisión de la historia de la Iglesia en Santiago. Identifica el crecimiento de la Iglesia y el éxito misional en el pasado y se examinan futuras oportunidades y desafíos. Se revisará el crecimiento de la Iglesia en otras grandes áreas urbanas de Sudamérica y un resumen acerca de las tendencias en tamaño y crecimiento de otros grupos cristianos con enfoque misional. Se identifican limitaciones en el estudio y se predicen perspectivas de crecimiento en el futuro.

Antecedentes SUD

En los años 50, miembros de los Estados Unidos comenzaron a trasladarse en pequeños grupos a Santiago por motivos de trabajo. En 1956, la Iglesia organizó su primera rama en Santiago, los primeros misioneros llegaron y los primeros santiaguinos se unieron a la Iglesia. Al año siguiente, miembros chilenos y misioneros de tiempo completo registraron la Iglesia ante el gobierno.

La Iglesia anunció un Templo en Santiago en 1980 que fue dedicado en 1983. En 1981 abrió en Chile el Centro de Capacitación Misional (CCM) localizado en Santiago y desde entonces capacitan miembros chilenos que comienzan misiones de tiempo completo. La Iglesia organizó el Área Chile, que funcionó con oficinas en Santiago desde 1996 hasta 2012, cuando se consolidó el área Sudamérica Sur.

Crecimiento Misional

En 1961, la Iglesia organizó su primera misión en Santiago. Sin embargo, la misión original en Santiago fue reubicada en Rancagua en 2004. Otras misiones fueron organizadas (con el nombre de la misión en paréntesis), en 1977 (Santiago Norte), 1995 (Santiago Oeste), 1997 (Santiago Este) y en 2013 (Santiago Sur). El número de oficinas de misión en la Región Metropolitana de Santiago llegó a una en 1961, dos en 1977, tres en 1995, cuatro en 1997, tres en 2004 y cuatro en 2013.

Crecimiento de Estacas

En 1972, la Iglesia organizó su primera estaca en Santiago (Huelén). Más estacas fueron organizadas en La Cisterna (1974), República (1976), Ñuñoa (1976), San Bernardo (1979), Independencia (1979), Cinco de Abril (1979), La Florida (1979), Conchali (1979), Quilicura (1980), El Bosque (1980), Zapadores (1982), Las Condes (1983), San Pablo (1983), Renca (1984), Puente Alto (1985), San Miguel (1985), La Granja (1992), Javiera Carrera (1992), Maipú (1992), O’Higgins (1992), Vicuña Mackenna (1993), Gran Avenida (1993), La Reina (1993), Cerro Navia (1993), Jose Miguel Carrera (1994), Lo Espejo (1995), Cordillera (1995), La Bandera (1995), Los Cerrillos (1995), Lo Blanco (1995), Alicahue (1995), Las Araucarias (1995), Los Manantiales (1995), Ochagavía (1995), Lo Prado (1996), Gabriela (1996), Fermin Vivaceta (1997), Progreso (1997), Estacion Central (1997), Peñalolén (1998), San Joaquin (1998) y Olimpo (1998). El total de estacas en Santiago llegó de una en 1975, 11 en 1980, 17 en 1985 y 1990, 35 en 1995 y 43 en 1998.
En el 2000, la Iglesia eliminó 12 estacas en Santiago. Las estacas incluyen José Miguel Carrera (2000), Cerro Navia (2001), Lo Prado (2001), Los Manantiales (2001), Fermín Vivaceta (2002), San Joaquín (2002), Peñalolén (2002), Lo Blanco (2002), Estación Central (2002), La Granja (2003), Lo Espejo (2003), y Progreso (2003). La mayor concentración de estacas dadas de baja se encuentra en el área centro norte, mientras que la más baja se encuentra en las afueras de la ciudad, particularmente en las áreas norte y este. Para el 2003 había 31 estacas en Santiago.

Crecimiento de Congregación

El número de congregaciones disminuyó fuertemente entre principios de 2000 y principios de 2010, mientras la Iglesia consolidaba barrios y ramas con intención de apoyar el liderazgo local. Las congregaciones disminuyeron de 213 aproximadamente a finales de 2001 a 150 aproximadamente en 2005 (reducción del 30%). La magnitud del descenso se vio representada a nivel nacional en el número de barrios y ramas que bajaron de 850 a 607 durante este periodo (reducción del 29%).

Análisis de Congregación SUD

A finales de 2013, había 148 congregaciones aproximadamente dentro de los límites de Santiago y el promedio de congregación incluía 33.600 habitantes dentro de sus límites geográficos. La Iglesia tuvo su mayor alcance en La Cisterna (una unidad por 16.182), El Bosque (una unidad por 16.267), Cerrillos (una por 19.791), Conchalí (una por 20.186) y La Florida (una por 21.406). La comuna con la mayor cantidad de barrios y ramas Santos de los Últimos Días era La Florida con 17 unidades en funciones. Las comunas con menos alcance, con al menos un barrio o rama incluían Providencia (una unidad por 130.808), Lo Barnechea (una por 97.230), Las Condes (una por 94.324), San Joaquín (una por 94.255) y Ñuñoa (una por 65.137). Tres comunas contaban con solamente una congregación SUD (Lo Barnechea, Providencia y San Joaquín).

Éxito

La Iglesia en Santiago representa una gran fuerza para la Iglesia en América del Sur a pesar de la poca actividad de los miembros y las bajas tendencias de retención de conversos. El Templo de Santiago de Chile fue el primer templo construido en un país de habla hispana y el segundo templo en Sudamérica. Santiago alberga uno de los 15 Centros de Capacitación Misional (CCM) y uno de los poco CCM que capacita únicamente a misioneros que sirven en el país donde opera. Santiago es una de las ciudades con mayor número de oficinas de misión en una sola área urbana, debido a que la Iglesia canaliza importantes recursos misionales en la ciudad, y debido al gran número de miembro en la zona.

Santiago es una de las ciudades de Latinoamérica de mejor recepción para la Iglesia SUD, ya que cuenta por lo menos con un barrio o rama en las 32 comunas. Un barrio o rama promedio sirve a menos de 40.000 personas y casi todas viven dentro de un kilometro de distancia del centro de reuniones. Las congregaciones están bien distribuidas por toda la ciudad con mínimas variaciones en el promedio de miembros por unidad entre casi todas las comunas.

La Iglesia ha evitado en gran parte la creación de nuevas unidades desde el 2005, a pesar del cierre de varias de ellas entre los años 2000 y 2004; además de los desafíos con la actividad de los miembros y la retención de conversos. Este descubrimiento sugiere que la Iglesia ha recuperado estabilidad en su liderazgo y que la mayoría de los barrios y ramas son autosuficientes en satisfacer sus necesidades administrativas y eclesiásticas.

Oportunidades

Existen buenas oportunidades para la Iglesia para extender su máximo alcance dentro de la ciudad de Santiago debido a la presencia generalizada de la Iglesia. Líderes mundiales y locales de la Iglesia se han enfocado en el potencial de la participación de los miembros en la obra misional para mejorar la eficacia de los esfuerzos misionales y aumentar los índices de retención de conversos. La Iglesia ha traducido al español su sitio web recientemente lanzado Apresurar la obra de salvación, y el uso de esta página por miembros, misioneros de tiempo completo, líderes de barrios y ramas, y presidencias de estaca y misión, puede revertir las tendencias de crecimiento estancadas que se han experimentado en la última década.

La Iglesia en Santiago aun puede aprovechar oportunidades de llegar a la población que no habla español como lengua materna. Extranjeros se han reubicado en Santiago por razones de empleo, lo que puede proporcionar oportunidades de crecimiento. Los grupos prominentes de extranjeros que hablan otros idiomas incluyen norteamericanos de habla inglesa, chinos, haitianos y coreanos. Los mapuches son el pueblo indígena más numeroso en Chile y muchos residen en Santiago desde las últimas décadas. Hoy, la población mapuche en Santiago llega a las decenas de miles, y representa una buena oportunidad para la llegada de la Iglesia por la cercanía a los recursos misionales y el tamaño de la población objetivo. Incluso asignando a un par de compañerismos de misioneros de tiempo completo para hacer proselitismo a estos grupos étnicos minoritarios y coordinar con líderes de misión y de estaca para organizar grupos de miembros o ramas y clases de Escuela Dominical, puede tener beneficios a largo plazo para la Iglesia de llegar a estas áreas menos accesibles.

Desafíos

La Iglesia en Santiago ha experimentado algunas de sus estadísticas más bajas en activación de miembros y retención de conversos en el mundo. Quizás solo un 10% de los miembros en los registros de la Iglesia que residen en Santiago actualmente asisten a la Iglesia regularmente. Muchos barrios tenían solo 30 asistentes a las reuniones dominicales previo a la consolidación masiva de barrios y ramas a principios del 2000. El enfoque original de organizar congregaciones más pequeñas para dar a los conversos la oportunidad de experiencias de liderazgo y llamamientos, finalmente resultó en una grave escasez de liderazgo y baja actividad de los miembros y retención de conversos. Aunque actualmente los barrios cuentan con más miembros activos que los barrios de hace una década, no parece haber un aumento en el número de miembros activos en la ciudad dentro de este mismo periodo de tiempo.

No existen indicios en estadísticas oficiales dadas por la Iglesia, informes recuperados de los miembros y misioneros retornados recientemente, y datos del censo acerca de afiliación religiosa que la Iglesia haya avanzado en mejorar la tasa actividad de los miembros y de retención de nuevos conversos desastrosamente baja en los últimos diez años. La implementación de Predicad Mi Evangelio guía para el servicio misional en 2004, no parece haber tenido un impacto importante en revertir los problemas de retención e inactividad de los miembros. Esta falta de progreso parece tener su origen en la implementación poco consistente de los principios y enseñanzas del manual y la falta de conexión entre los líderes de misión y los líderes de estaca/barrio. Misioneros retornados quienes han servido recientemente en el área Santiago continúan informando enfoques que presionan para bautizar rápidamente a un gran número de nuevos conversos con muy poca preparación y casi ninguna participación de los miembros. Estos, indican que un testimonio débil de la Iglesia, poco hermanamiento de parte de los miembros y una preparación previa al bautisma insuficiente, son las principales razones de por qué miembros y nuevos conversos dejan de asistir a la Iglesia. Los misioneros retornados aseguran que la gran mayoría de los conversos bautizados en los años de mejor crecimiento de miembros, ocurrido en los años 80 y 90 rápidamente se inactivaron debido a la abrumadora cantidad de conversos en comparación con la infraestructura de cada congregación. La mala calidad de la preparación previa al bautismal de muchos conversos presentó otra carga importante para los líderes locales de la Iglesia, de mantener estos conversos y ayudar a hacer la diferencia cuando no obtenían un testimonio sólido de la Iglesia y enfrentaban dificultades para comprometerse a seguir las enseñanzas SUD y las normas de dignidad. La condiciones culturales también han presentado desafíos para la Iglesia de infundir la asistencia regular a la Iglesia en nuevos conversos y miembros antiguos. Misioneros retornados han observado que muchos de quienes se hacen llamar santos de los últimos días tienen dificultades para entender la importancia de asistir a la Iglesia más de un par de veces al año. Estas condiciones han agravado aun más los problemas de retención e inactividad. Informes recientes muestran que no ha habido aumento en el número de barrios y ramas en el área metropolitana dentro de los últimos diez años. El censo chileno también arrojó una pequeña disminución en el número de miembros entre el 2002 y 2012, de 103.735 a 101.456 a pesar de agregarse 49.744 miembros a los registros de la Iglesia durante este periodo de 10 años.  No se han organizado nuevas estacas en Santiago desde 1998, otros hallazgos corroboran el estancamiento en el crecimiento de miembros activos en la última década.

La organización de nuevas misiones no ha mejorado la productividad del trabajo misional en Santiago ni ha tenido éxito en la reactivación y retención de miembros. Solo dos misiones prestaron servicio en la ciudad de Santiago entre 1977 y 1995, aun así 30 de las 42 estacas originales, fueron organizadas durante ese periodo de 18 años. Esto sugiere que la recepción de la Iglesia ha disminuido en las últimas dos décadas y que el aumento de misioneros de tiempo completo asignados a esta área tampoco ha mejorado los problemas ya mencionados ni acelerado el crecimiento de miembros y congregaciones.

Comparación del Crecimiento

En 1998, la Iglesia en Santiago tenía más estacas que cualquier otra ciudad en el mundo fuera de Estados Unidos. En 2003, seguía manteniendo una de las concentraciones más grande de estacas entre las ciudades del mundo sin embargo, ya no contaba con la mayor cantidad de estacas fuera de Estados Unidos debido al crecimiento estable en otras áreas de Latinoamérica. Actualmente solo dos áreas tienen más estacas que Santiago, incluyendo Ciudad de México (44) y Lima, Perú (42). Santiago cuenta como una de las únicas grandes ciudades en Latinoamérica en la que no se ha organizado una nueva estaca en la última década.

Otros grupos cristianos enfocados al trabajo misional tienen en Santiago una presencia similar a la Iglesia SUD, pero parecen haber logrado mejor retención de conversos, mayor número de miembros activos y aumento en el número de congregaciones. Los Testigos de Jehová cuentan como uno de los grupos más grandes con 230 congregaciones en Santiago aproximadamente. Además, mantienen un número de congregaciones que no hablan español incluyendo Lenguaje de Señas Chileno (siete congregaciones), Mapudungun (una congregación), Chino Mandarín (una congregación), Francés (una congregación), Creole Haitiano (una congregación), Coreano (una congregación) y Japonés (un grupo). Adventistas cuentan con una presencia un poco menos que la Iglesia SUD. En 2012, la Iglesia Adventista del Séptimo Día tenía 20.289 miembros, 89 congregaciones (grandes) y 34 grupos (congregaciones pequeñas) en la Región Metropolitana. Los adventistas han presentado un crecimiento lento aunque estable en su número de miembros congregaciones en los últimos diez años. La Iglesia del Nazareno tiene una presencia más limitada en Santiago y solo unas cuantas congregaciones en la zona.

Limitaciones

No hay información disponible acerca de la ubicación exacta de los barrios, ramas y estacas fuera de funciones, ni de sus límites anteriores. No está claro como han variado las tendencias de crecimiento en las comunas de Santiago desde el 2001. Información acerca del número de congregaciones en el área de Santiago se encontró en mapas de estacas y congregaciones del Atlas SUD de Marc Schindler en el mes de marzo y esto no constituye una fuente oficial de unidades SUD. No hay información disponible sobre el nombre, número y ubicación de congregaciones anteriores al 2001. La Iglesia no publica estadísticas oficiales sobre la actividad de los miembros y tendencias de retención de conversos a nivel mundial, nacional o local. Tampoco publica otros indicadores estadísticos como por ejemplo número de miembros con recomendación para templo, número de misioneros de tiempo completo por país, número de avances del sacerdocio por país anualmente o el número de miembros que pagan un diezmo íntegro.

Perspectivas para el Futuro

El crecimiento desmedido de miembros y congregaciones en el área de Santiago en la última década continúa demostrando los efectos perjudiciales de las prácticas para bautizar rápidamente, los esfuerzos deficientes para retener conversos, la poca coordinación entre los misioneros de tiempo completo y los líderes locales de la Iglesia y la falta de visión mostrada por los líderes de misión y de estaca para mejorar la actividad misional y el crecimiento de la Iglesia. La perspectivas para la Iglesia de lograr un progreso importante parecen pobres, igualmente para conseguir un crecimiento consistente y considerable del número de miembros activos en el área de la ciudad de Santiago en un futuro cercano, esto debido a la falta de progreso experimentado hasta ahora con los recientes cambios en el programa misional a nivel mundial. El éxito en revertir las tendencias de crecimiento recientes requerirá que los líderes locales de la Iglesia tomen un rol más proactivo y constante en dirigir los esfuerzos misionales dentro de su mayordomía y colaborar con los misioneros de tiempo completo en los esfuerzos de encontrar, enseñar, bautizar, mantener y reactivar.