Inscripciones abiertas

Ya se acerca el verano y junto con esto, el primer aniversario de la implementación de las Conferencias Especiales Multiestaca para Jóvenes (CEM, o EFY, como fueron conocidas en su versión 2013) en Chile (para más información sobre las inscripciones aquí). A principio de año tuve el gran privilegio de participar en dos sesiones de CEM que se realizaron en Casablanca, la primera y la quinta (la última). Habiendo terminado la primera sesión, llegué el sábado de tarde cansadísimo, entré a Facebook luego de 4 días sin revisarlo y tenía muchas solicitudes de amistad de mis jóvenes que me tocó dirigir allá, a medida que los aceptaba leía mensajes como éstos en sus actualizaciones de estado:

«Sin duda ha sido la mejor experiencia de mi vida… Sé que el Padre vive que nos ama y que quiere lo mejor para sus hijos que nos está esperando con los brazos abiertos en su reino y es nuestro deber volver a estar con el♥ Los quiero y siempre será así, amigos por esta vida y por la eternidad!…»
-Tami

«Lejos la mejor semana de mi vida… si me preguntaran que es EFY diría que es un hogar donde todos nos apoyamos mutuamente y que haríamos lo que fuera por el prójimo. Hoy solo puedo decir que soy feliz de quién soy y puedo decir de corazón que SER MORMÓN ES SER FELIZ!!»
– Sasha

«Que semana más hermosa y emocionante… ahora se mas que nada en el mundo que esto es verdad y que si hay jóvenes en el mundo que resisten las tentaciones y pueden permanecer tal como dice el lema también se que esta obra triplicara el numero de misioneros en Chile…»
-Diego

«Definitivamente el efy fue la mejor experiencia que eh podido tener en mi vida y a logrado fortalecer mucho mi testimonio y ahora sé que ¡serviré en una misión!»
-Danko

«…jamás me arrepentiré de haber ido al EFY…  agradezco a mi Padre Celestial por esta gran bendición, mi testimonio es increíblemente fuerte ahora el espíritu que siento en este momento es demasiado grande.»
-Pipe

«Llegando a mi casita después de haber tenido las mejores experiencias espirituales de toda mi vida EFY…  permaneceré firme en el evangelio orgullosa de ser S.U.D no meda vergüenza decirlo… y se sin dudas que me voy a la MISION aunque me falte 4 años lo anhelo con ansias ese momento…. adonde me mandes iré Señor, montañas o islas del mar, diré lo que quieras que diga Señor y lo que tú quieras seré…»
-Kony

«la mejor experiencia de mi vida, Efy ♥:)»
-Marisol

Tan solo por citar algunos pocos de los estados que leí ese día.

♪♫Yo te daré una cosa que empieza con «C»: ¡CEM!♪♫

¿Qué clase de programa es éste que puede provocar, tal como lo dijo Alma, «un potente cambio en el corazón» de los jóvenes?

Los consejeros de CEM (poleran naranjas) enseñan de las escrituras a los jóvenes participantes. | Foto: Yamil Inostroza
Los consejeros de CEM (poleran naranjas) enseñan de las escrituras a los jóvenes participantes. | Foto: Yamil Inostroza

Así como se le conocía antes, EFY (sigla en inglés de Especially For Youth o, en español «Especialmente para jóvenes»), es una conferencia de 5 días para los hombres y mujeres jóvenes entre 14 y 18 años y su objetivo es «crear un ambiente de revelación» y ¡vaya que sí lo hace!

«Los jóvenes forman muchas nuevas amistades durante su participación en actividades espirituales como devocionales y clases, combinados con actividades de diversión tales como juegos y bailes, una noche de pizza y un show de variedades – todos en un ambiente en donde se puede sentir el Espíritu Santo.

«Los jóvenes terminan la semana con nuevos amigos con sus mismas creencias y con un testimonio fortalecido de la Iglesia y de Nuestro Señor, Jesucristo.»

Todas las actividades giran en torno a un lema, el lema del año pasado fue «Permaneced en lugares santos y no seáis movidos». Debido a la cantidad de actividades diarias dentro del limitado tiempo, los jóvenes tienen un horario muy estricto que cumplir, levantándose y acostándose temprano. También hay normas generales muy estrictas, como el no uso de aparatos electrónicos y celulares, apariencia personal y comportamiento y trato hacían los demás. Todo esto con el objetivo de crear ese ambiente de revelación que se espera.

La sigla CEM a muchos le trae recuerdos de cómo se conocía anteriormente al CCM (el Centro de Capacitación Misional antes se le llamaba Centro de Entrenamiento Misional). Esta mera coincidencia para mi va mucho más allá. No sé si hay algo que se asemeje más al CCM que las Conferencias Especiales Multiestaca para jóvenes, tanto en su propósito, como en su resultado.

Mi testimonio de EFY

Mientras servía como misionero en el norte del Uruguay, se realizó el CEM para varias estacas de ese país en el Camp Site de Pilar, en Buenos Aires, Argentina. En la rama donde servía teníamos muchos conversos recientes que tenían edad de asistir por lo que trabajamos duro con mi compañero para que ello pudieran participar. Yo no conocía mucho sobre CEM, solo había leído unas cuantas cosas en Internet sobre EFYs en los Estados Unidos y Europa antes de mi misión y se veía muy bueno. A pesar de las muchas dificultades que tuvieron nuestros jóvenes (algunas bastante fuertes), todos fueron. Cruzaron «el charco» (como le dicen allá al Río La Plata), y perdimos el contacto por una semana, hasta que los vimos de vuelta el domingo siguiente.

Jóvenes sacerdotes participantes del coro | Foto: EFY Sudamérica Sur
Jóvenes sacerdotes participantes del coro | Foto: EFY Sudamérica Sur

Fue tremendo verlos regresar con una luz diferente. Compartieron sus testimonios durante la reunión sacramental. Lo que no habíamos logrado hacer nosotros, ni los misioneros anteriores, ni sus padres, ni sus líderes, lo pudo hacer EFY. Testimonios poderosos se dejaron escuchar durante esa reunión, se veían ojos rojos y mejillas mojadas, tanto el púlpito y como en algunos de la congregación.

«Ahora sé que la Iglesia es verdadera, que Jesucristo es mi Salvador y que cuando cumpla la edad debo salir a una misión», dijo un joven que hace varias semana estaba asistiendo intermitentemente a las reuniones dominicales, ya no iba a seminario y temíamos su inactivación dentro de los próximos meses.

No recuerdo si era en esa misma ciudad u otra, donde había una madre muy feliz porque cuando se levantó de madrugada para comenzar a batallar con su hijo para que se levantara para ir a seminario (como era la rutina de cada mañana) lo vio sentado en la cama, leyendo sus escrituras, listo para ir a su clase de seminario.

Todos estábamos muy felices con los jóvenes y pensé muchos de nuestros jóvenes chilenos, entonces nació en mi corazón esa «envidia santa» (de esa que habla Krister Stendahl en el video «Entre el cielo y la tierra») y me preguntaba por qué no teníamos EFY en Chile y deseé que lo tuviéramos para ayudar y proteger a nuestra juventud desde donde muchos se pierden en esa época de la adolescencia y tuviéramos las mismas bendiciones que estaban recibiendo los jóvenes santos de los últimos días de Argentina, Uruguay y Paraguay.

Pioneros en Chile: oposición y aprendizaje

Jóvenes participantes del CEM 2013 junto a sus consejeros | Foto: Anggel Colque
Jóvenes participantes del CEM 2013 junto a sus consejeros | Foto: Anggel Colque

Estaba tan feliz cuando supe que se realizaría CEM en Chile también, y más aún cuando supe que podría participar como consejero de los jóvenes. En ese momento me propuse participar y, a pesar de las cosas que casi me lo impiden, fui a dos sesiones. Estuve asignado como consejero en la Compañía 4 (autodenominada «Corazón Valiente») en la primera sesión y luego a la Compañía 2 (“Los Renacedores”) y asignado a diferentes grupos de jóvenes sacerdotes a quienes rápidamente llegué a querer. En ambas sesiones, fueron 5 días intensos, respectivamente, que marcaron la vida de todos quienes participamos.

Obviamente, ante un evento tan trascendental como éste debía haber oposición. Muchas personas, incluso líderes locales de la Iglesia, se oponían a enviar a sus jóvenes a EFY por diferentes razones debido al desconocimiento de programa. Pocas semanas antes de ir a la primera sesión de CEM conversé con un líder de la Iglesia que había viajado a Argentina y recibió comentarios poco alentadores sobre CEM que le causaron cierta preocupación sobre los resultados que traería la implementación del programa en Chile, pero ponía su esperanza en que la Presidencia del Área tenía razón en traer EFY al país. Yo ya tenían una experiencia anterior con EFY y apoyé el programa hasta donde mi esfera de influencia me lo permitía.

Como esto es nuevo para nosotros, los consejeros, desde que llegamos cometimos varios errores (errores pequeños, propios de la primera vez) que se fueron arreglando en el transcurso de los días. Podemos analizar en retrospectiva que también hubo otras situaciones que provocaron ciertos inconvenientes, como lo fue la poca información que se manejaba a nivel del liderismo local en ese entonces en diferentes ámbitos del programa, cómo su elaboración, el propósito y los recursos que se utilizarían. Aún cuando fue complejo en un comienzo, mi testimonio sobre CEM se ha afirmado en las palabras del Salvador que nos recuerda que “por sus frutos los conoceréis”. Una bendición tal debía tener una oposición acorde. He visto los frutos y el resultado fueron sorprendentes y maravilloso. Tal como publicó el hermano Ron Walker, quien en ese momento era encargado del Área para los EFYs: «Hemos quedado varios escalones más arriba en nuestra experiencia de vida después de este EFY», refiriéndose a los CEM en Chile. Entiendo que el liderazgo a cargo ha hecho algunos ajuste necesarios al programa y a su preparación, por lo que las expectativas para los CEM que vienen son similares.

El milagro de CEM y la visión de Elder Holland

Jóvenes participantes del CEM 2013 siendo capacitados por sus consejeros | Foto: Tamara Marschhausen
Jóvenes participantes del CEM 2013 siendo capacitados por sus consejeros | Foto: Cedida.

Una de las tantas actividades que realizamos fue sobre el Servicio Misional. Los jóvenes se agruparon en parejas, se sentaron en el pasto del predio y prepararon un plan de lección para enseñarlo a otra de las parejas de su compañía (al más puro estilo de una práctica durante una reunión de distrito en la misión o en el CCM). Mientras los supervisaba, me detenía a darles sugerencias y escucharlos. Me daba cuenta fácilmente de que muchos de mis jóvenes habían acompañado a los misioneros en otras ocasiones, y me sorprendí más aún de la manera en que enseñaban el evangelio las señoritas, incluso las que en un principio rechazaban la idea de servir una misión, me sorprendí de la sinceridad de su testimonio, su sencillez, su unidad al enseñar y sus deseos de ayudar al otro a saber qué sus palabras eran verdadera.

En un momento en que escuchaba la lección de unas señoritas y ver que iban muy bien, me levanté para ir a escuchar a otros, al levantar la mirada vi uno de los milagros más impresionantes que haya visto en toda mi vida, y éste fue el milagro: más de quinientos jóvenes con sus escrituras en las mano, enseñando el Evangelio Restaurado a sus compañeros o recibiendo enseñanzas de ellos. En ese momento comprendí la visión del élder Jeffrey R. Holland cuando, en una conferencia especial transmitida a todo Chile, dijo: “veo jóvenes…”, porque yo vi y sentí fuertemente el Espíritu que emanaba de éste ejército de jóvenes y entendí porqué era tan necesario EFY en Chile. Los vi siendo fieles en la Iglesia, cumpliendo con sus llamamientos, los vi sirviendo misiones de tiempo completo para el Señor a donde fuera que Él los mandara, y pensé en sus conversos, en los frutos que saldría de allí. Sentí el potencial de esos jóvenes y señoritas que son tan necesarios para hacer crecer la obra del Señor aquí. Me sentí tan humilde al estar rodeado de los siervos del Señor que, antes que termine esta década, saldrán con sus placas en el pecho a llevar el Evangelio Restaurado a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Considero que ésta fue una de las actividades más importantes de EFY ya que, luego de esto, muchos varones tomaron la determinación de ser obedientes al mandamiento y el llamado profético de ser misioneros, y muchas señoritas hicieron suya la misma invitación de dejar el hogar por 18 meses para predicar Su Evangelio, incluso las que anteriormente ya había decidido no hacerlo.

La percepción espiritual de los jóvenes (incluso de nosotros los JAS líderes) fue de menos a más (y mucho más). Tanto fue así esa hermosa sensación de que el Espíritu del Señor está presente que se podía sentir no solo en las clases y en los devocionales, si no en las actividades, juego e incluso los bailes.

Nada se compara a venga a ti un joven (que en un principio quería irse de EFY porque no lo dejaban hacer lo que él quería) y te abrace, y con sentidas lágrimas te diga: «Gracias hermano, gracias, porque usted me ayudó a que lograra tener un testimonio de quién es Jesucristo». El haber ayudado en algo, junto a mis compañeros consejeros, a que todos estos jóvenes alcanzaran ese nivel de revelación es una de las bendiciones más grandes que haya recibido, es el cumplimiento mismo de nuestra misión de “invitar a las personas a venir a Cristo…”

Luego del CEM he vuelto a ver a algunos cuantos de mis jóvenes que me correspondió dirigir. Me alegra que con varios de ellos me he encontrado en el templo. Cuando me encontré a uno de ellos me presentó a sus padres, uno de ellos me dijo más o menos como: “no sé lo que hicieron con él allá, pero gracias por eso”. Esa ha sido una de las muchas expresiones de gratitud que hemos recibido los consejeros tanto de padres como de líderes de los jóvenes. ¿Qué más podría yo pedir al Señor?

Hace meses atrás, por mis responsabilidades en mi estaca anterior, junto con uno de los consejeros de la estaca, visité un barrio que no era el mío, al entrar al salón sacramental vi a una joven de 15 años sentada en la congregación, ella había ido al CEM y estuvo en mi compañía, tuvo algunos desafíos importantes pero, junto a otro consejero, le pudimos ayudar y forjamos un fuerte lazo de amistad. Cuando ella me vio se levantó y vino casi corriendo a saludarme y abrazarme, dejé mi bolso a un lado y le abracé de igual manera, conversarnos unos breves momento antes de irme. El consejero de estaca me preguntó quién era esa niña, se sorprendió cuando le dije que yo había sido su consejero de EFY porque, me dijo, que parecía que nos conociéramos de hace muchos años, pensó que era mi hermana o alguien de mi familia.

En mi vida no he tenido experiencia más grande que me haya marcado más y me haya ayudado a elevarme espiritualmente y elevar a otros, como lo ha sido CEM, exceptuando solo mi misión en Uruguay. Creo que CEM es parte del cumplimiento de la visión apostólica que el élder Holland tenía para Chile.

Cómo ayudar a los jóvenes a “permanece[r] en lugar santos y no se[r] movidos”

Atardecer en Casablanca, lugar donde se llevaron a cabo 5 sesiones del CEM 2013 en Chile | Foto: EFY Sudamérica Sur
Atardecer en Casablanca, lugar donde se llevaron a cabo 5 sesiones del CEM 2013 en Chile | Foto: EFY Sudamérica Sur

El lema del CEM 2013 fue “Permaneced en lugares santos y no seáis movidos”, los jóvenes aprendieron que estas palabras no hablan tan solo de lugares físicos donde deben estar, sino, además de una condición espiritual que deben mantener, que ellos mismos, al ser santos, deben hacer que el lugar donde estén sea un lugar santo por motivo de su fidelidad y que no deben ser movidos de ese estado, permaneciendo junto a la guía del Espíritu Santo.

Creo que todos quienes estuvimos en Casablanca consideramos ese terreno como un “lugar santo”, pero ahora, que ya terminó CEM hace varios meses, ¿cómo podemos ayudar a los jóvenes a permanecer en lugares donde sientan y vivan constantemente los mismo que vivieron en CEM? o acaso debemos esperar un año más para que vuelvan a vivir experiencias espirituales?

Luego de varios meses después del CEM, podemos ver cuán fuerte y drástico fue el cambio y conversión de muchos de nuestros jóvenes, pero también hemos podido ver cómo, en algunos cuantos, el milagro de CEM se fue apagando poco a poco. ¿Por qué ha ocurrido esto?

Estando en Rivera, Uruguay, como misioneros, hablaba con una hermana los frutos de CEM en nuestros conversos recientes y otros jóvenes de nuestra unidad. Esta sabia hermana nos decía lo comentado y sorprendente que era para algunas madres en la sociedad de socorro el resultado que vieron en sus propios hijos, pero ella no estaba muy sorprendida. Nos decía que era obvio que tuvieran un cambio y sintieran el Espíritu si se levantaban orando, se acostaban orando y estaban todo el día orando, cantando, se levantaban leyendo las escrituras y se acostaban leyendo las escrituras y todos el día estaban haciendo diferentes actividades relacionadas con el Evangelio. Ella nos decía que si en los hogares, los padres hicieran lo mismo con sus hijos tendríamos los mismos resultados, y si en nuestros barrios y ramas, distritos y estacas los líderes tuvieran la misma visión del CEM con los jóvenes, tendríamos los mismos resultados en nuestras unidades sin que sea un evento una vez al año.

Las palabras de esta hermana se condicen con las palabras de uno de los consejeros de CEM, Kendall Gallardo, que al despedirse de sus jóvenes les dijo que, realmente, lo que había vivido “no era por  el EFY” sino era por el Evangelio de Jesucristo, que durante esa semana lo habían vivido como nunca antes.

Para llevar a cabo el programa de CEM se ha requerido de una cantidad enorme de recursos (tiempo, talentos, liderazgo y dinero, entre otros) y los resultados han mostrado que valen la pena. Si los barrios y estacas hicieran esfuerzos antes y después de CEM con la misma meta, creo que no solo se mantendría el espíritu de CEM en los jóvenes, sino que los resultados se multiplicarían.

Varios comentaron que los líderes de los jóvenes no estaban preparados para recibir a los jóvenes de CEM, yo creo que, en algunos casos, es verdad. Para muchos de los jóvenes participantes fue como lo que experimentamos los misioneros retornados al volver a casa, el famoso “aterrizaje” donde hay que poner los pies en la tierra y darnos cuenta que aún vivimos en un mundo caído, solitario y lúgubre, donde el común de la gente no lee las Escrituras todos los días, ni oran siempre, ni están todo el día orando y hablando que cómo salvar nuestra alma y la de los demás. Esto conduce a varios a enfriarse cuando no se maneja bien la situación. Nuestros hombre y mujeres jóvenes son mucho más jóvenes e inexpertos que los misioneros retornados, si los padres y líderes no hacen un esfuerzo adicional por ayudarles a seguir viviendo experiencias espirituales del tipo CEM, es probable que nuestros jóvenes se enfríen. Si no nos esforzamos por mantener a nuestros jóvenes en lugares santos y no ser movidos, creando ambientes que sean aptos para recibir revelación personal donde ayudemos a nuestros jóvenes a que tengan contacto con los Cielos, y si los líderes o padres no nos esforzamos por estar espiritualmente a la altura de los jóvenes volviendo de CEM, es muy probable que veamos a muchos de nuestro jóvenes enfriarse.

Hay que adelantar el paso, debemos acelerar la obra de salvación desde donde estemos y eso incluye el cuidado de nuestros jóvenes, la generación emergente.

Consejos para los próximo CEMitas

Si irán como consejeros vayan conscientes que será muy duro y agotador. Luego de los CEM del verano pasado conversaba con otros consejeros que no sabíamos de dónde sacamos tanta energía si estábamos deshechos y nos dolía casi todo el cuerpo. No sabíamos qué hacíamos para despertar a la 5 AM el día viernes luego de dormir casi 8 horas en 5 días. Al final de la primera sesión de CEM que fui, producto de un resfrió y por tanto gritar al dar instrucciones a mi grupo a los 40 de la compañía, perdí la voz los últimos y solo podía comunicarme con silbidos, señas y susurros, pero la voz me volvió a tiempo para poder dar una clase, para dar el último devocional de la compañía y para despedir a los jóvenes. Luego volví a perder la voz.

Consejeros (líderes) de los jóvenes de CEM 2013 | Foto: Sala de Prensa Mormona, Chile
Consejeros (líderes) de los jóvenes de CEM 2013 | Foto: Sala de Prensa Mormona, Chile

Vayan preparados para hacer vivir a los jóvenes la experiencia más importante de su adolescencia y la de ustedes también. Lean el manual que deben leer, pongan atención sobre todo en el horario y las normas de CEM. Vayan preparados para amar a esos jóvenes. Era interesante conversar entre los consejeros cuando volvíamos y todos hablamos de «MIS jóvenes», “MIS pollos”, «MIS niños», «MIS hijos».

Si van como participantes les daré solo un consejo, el mismo que les dio a los jóvenes cuando se van a la misión y los despido, esto es: «sean estrictamente obedientes», tanto a las normas de EFY como a sus consejeros. Uno de mis presidentes de estaca anteriores siempre decía que nada abre más rápido las ventanas de los cielos que la obediencia y nada las cierra más rápido que la desobediencia. Así que sean obedientes y el lugar donde se vaya a realizar la conferencia será un lugar santo para ustedes y las ventanas de los cielos serán abiertas y la revelación del testimonio «como destilará sobre [sus] alma[s] como rocío del cielo».

Para que tengan todos en consideración, si creen que hay alguna cosa que les es más importante que ir a CEM o se presenta alguna prueba, piensen en la hermana María Teresa de Lizama quién, junto a su esposo, serán en matrimonio director de sesión de Casablanca 4. Ella asistió y participó activamente en Casablanca 1 de acuerdo con su asignación del Área siendo capacitada para hacer lo mismo que el matrimonio Walker en el próximo EFY. La hermana Marité (como le conocimos nosotros) es docente, de las mejores, y en el transcurso de la semana un día recibe una llamada del alcalde de su comuna que le informa que por su excelente labor profesional ganó un premio para ir a un seminario en Cuba para perfeccionase. Esto significaría no solo un ascenso académico, sino también en su propio trabajo, además de nuevas oportunidades de predicar el Evangelio en una posición de privilegio. Cuando supimos la noticia se nos pidió que oráramos por ella. Cerca de 600 corazones expresaron al Señor su deseo que la Hna. Marité pudiera tomar la mejor decisión, lo que el Padre quería para ella. Durante una reunión de testimonios con todos los jóvenes la Hna. Marité agradeció las oraciones y nos dio a conocer su decisión, luego del CEM ella publicó lo siguiente en su cuenta de Facebook:

«‘El reino de Dios o Nada’ John Taylor, sin duda fue una decisión difícil y fue difícil decirle a Cuba que NO, pero sería mucho más difícil decirles a todos mis jóvenes de EFY 4 que NO, así que de ahí somos mis queridos jóvenes, el EFY más grande de Chile y es nuestro.»

El que no entienda porqué ella dijo que no a su seminario en Cuba, es porque aún no entiende cual es el verdadero propósito de su vida ni tampoco como trabaja el Señor. Los obstáculos que se presentan para hacer algo son, proporcionales a la grandeza de lo que haremos y las bendiciones que se recibirán como consecuencia.

El seguir adelante y seguir fortaleciendo a los jóvenes

No hay decisión más importante que haya tomado antes como el de asistir a CEM como consejero, solamente excluyendo la decisión ir a la misión. Me siento tremendamente bendecido y humilde por todo lo que recibí en ese lugar santo y por ser parte de los primeros CEMs en mi país. Sin duda, es lo que nuestra frágil juventud necesitaba para que se mantenga firme, activa y pudiera crecer en fortaleza. Hemos visto ya el milagro en mucho de los asistentes. Esto es lo que se que nuestro jóvenes necesitaban para que permanezcan en lugares santos y que no sean movido. El sacrificio y recursos que pongan en salvar las almas de estos preciosos jóvenes, vengan de los barrios, las estacas y ellos mismo, valdrá la pena, no hay nada más valioso que eso.

Muchos jóvenes han tomado estas experiencias, las han atesorado en su corazón y han obrado rectamente de acuerdo a las impresiones que han recibido. Otros jóvenes, que como todos nosotros, aún transitan ese camino hacia la madurez espiritual, se han enfriado y han vuelto a lo que eran antes. Para ellos, para ayudarles a permaneces, debe ser nuestro trabajo, ya sea como padres, líderes, familiares y miembros de la Iglesia de Dios, para que estos no se pierda ya que sus almas son preciosas, y son el futuro de la Iglesia.


Este es un artículo de opinión donde el autor expresa su punto de vista el cual es de su exclusiva responsabilidad y no necesariamente representa la posición de El Faro Mormón o la de alguna otra institución.