Llegó el momento de escribir unas palabras sobre el «ser cuadrado a lo SUD». A quién no le ha pasado que se ha topado con alguien que parece muy cuadrado en cuanto a lo que cree. Nos parece que está exagerando sus creencias o cosas así. Quiero separar lo que significa ser cuadrado a lo SUD y tratar de analizar cómo se origina, cómo se entiende y cómo se puede arreglar.

1. ¿Cómo se origina?

  • Es complicado poder explicar donde se origina. He escuchado a algunos “eruditos” de mis amigos decir que se debe a que las personas cuadradas no entienden el espíritu de la ley.
    ¡El espíritu de la ley! ¡No puedo creer que digan eso! Es imposible para alguien que no esté viviendo a full la letra de la ley y lograr vivir el espíritu de la ley. El vivir la letra de la ley es lograr ser completamente obediente a lo que está escrito. Y luego de esto, siendo humilde y dispuesto, se llega a obedecer el espíritu de la ley. Algo complejo de entender si el que está leyendo esto es alguien que tiene muchos amigos cuadrados en la Iglesia.
  • Otra razón para que alguien se convierta en una persona cuadrada es que deje de sentir el amor por quienes sirve.
    Se convierte en un robot que no piensa en el bienestar de los demás y que puede estarles dañando con sus comentarios, actitudes o actos. Cuando seguimos al espíritu es necesario ser sensible a las necesidades de los demás. He escuchado a muchas personas decir que están siguiendo el espíritu al tratar mal, criticar, decir lo que deberían estar haciendo. Tal vez ellos no se dan cuenta, y es necesario hacérselos saber. Todos nosotros tenemos puntos ciegos que no vemos, es como un auto, nosotros lo vamos manejando y de pronto vemos que aparece un auto que no habíamos visto ni en los espejos ni a través de las ventanas. Así como todo auto tiene puntos ciegos donde el que conduce no puede ver a otros autos, nuestras personalidades y actitudes tienen puntos ciegos donde no podemos ver cuán mal nos dejan en las citas o en nuestra relación con los demás.
  • Aquellos que obedecen con exactitud muchas veces se les denomina que son cuadrados.

2. ¿Cómo se entiende o reconoce?

  •  Pensemos en las reuniones de planificaciones de actividades de la iglesia. Quien no ha visto a un hermano comenzar a debatir todas las ideas que se proponen. Donde para él, todo lo que se está proponiendo va en contra de las normas de la Iglesia. Es chistoso ver que casi todo lo que dice es como él lo entiende y quiere que todos lo entiendan igual. Obviamente si el que está diciendo que no se puede hacer algo es el obispo le seguimos, pero y si no es así y es el joven misionero recién retornado que se le invitó a la reunión solamente. ¡Qué rabia!
  • Otro ejemplo clásico es el memorión de las escrituras y palabras de los profetas. No falta el que se sabe todos los nombres de los apóstoles que ha habido en todas las dispensaciones. El problema no es que se sepa todos los nombres. El problema es que comience a decir que cada cosa que él dice lo ha dicho uno de los apóstoles o profetas. Ahí es cuando desearíamos leer más las escrituras y memorizar algunas.
  • ¿Que tal el Sacerdote fanático? Te dice que no le puedes servir porque él ha sido llamado para servirte.
  • O no falta el que ve defectos en todos los demás. Dice cosas como: “Este hermano debería hacer tal cosa”… o “esta hermana no sabe vestir”, “si yo fuera el obispo haría esto”
    Esto es, en sí, criticar a los demás. Lo mejor que podemos hacer para ayudar a alguien es acercarnos, darles un abrazo y ayudarles con ternura a entender nuestro punto de vista. Nos asombraremos mucho al conocerles y averiguar cómo son ellos en sus corazones. Puede que sean mucho más puros que nosotros.

3. ¿Cómo los corregimos?

Sinceramente no se puede. Tal vez podamos hablar con ellos y decirles lo que pensamos. Pero no lograremos nada hasta que ellos mismo vean lo que están haciendo.

Por experiencia propia puedo asegurarles que lo mejor es primero asegurarnos que tenemos su confianza. Que esa persona es enseñable y que está dispuesta a mejorar. Dedicaré más tiempo a explicar esto. Pero básicamente después de lograr ver que la persona está preparada, podemos hablar con él en privado y ver qué sucede.

Un buen amigo mío, al ver que en mi enseñanza utilizaba palabras fuertes y que la persona a quien estábamos enseñando no lo estaba tomando bien, me dijo al oído: “Tu corazón es de piedra en este momento”. Me reí, pero entendí que no estaba aplicando amor al enseñar. Estaba tratando de seguir la doctrina, que en sí ya es dura para aquellos que no la viven. Pero faltaba la segunda parte que enseña Doctrina y Convenios 121 “Demostrar mayor amor… para que no te considere tu enemigo”.

Ahora si tu eres uno de los que el resto llama cuadrados SUD. Entenderás que hay muchas cosas que puedes hacer. Primero, no te sientas mal por eso. Es tu manera de ver las cosas. Pero si estás ofendiendo a alguien o criticándoles, entonces tal vez sea tiempo de arrodillarte y buscar la ayuda de los cielos. Pide constantemente que te digan en que puedes mejorar. Se paciente y escucha. Con tiempo, al buscar diligentemente hallaras muchas cosas en que puedes mejorar y que no habrías visto si no fuese por las sugerencias de tus amigos.

Muchos dicen que soy cuadrado… al buscar cosas que definen a alguien cuadrado, la verdad es que busqué en mi interior. No negaré que me encanta la obediencia exacta. El seguir el consejo de mis lideres tal cual como sale de sus bocas. El realizar mi deber con ahínco y devoción. Y en mi esfuerzo pierdo de vista atributos tan importantes como son la humildad o el amor. Si he ofendido a alguien, ruego que me perdone. No me refería a nadie específicamente. Quiero que sepan que estoy dispuesto a mejorar y que si hablamos personalmente aceptaré sus sugerencias.

Pero en fin… ¡no sean tan cuadrados!