Fuente: LDS Newsroom
Traducción por Camila Vargas

SALT LAKE CITY, Utah – Recientemente, el apóstol, Élder M. Russell Ballard, viajó a Kirtland, Ohio, y a Liberty, Misuri, para participar en eventos en los sitios históricos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en esas áreas. Hace cincuenta años, fue dedicada la reconstruida Cárcel de Liberty y diez años atrás, los edificios del histórico Kirtland abiertos para público, fueron a su vez meticulosamente reconstruidos o restaurados a su apariencia de 1830. Ambos sitios tienen un significado especial para los comienzos de la historia de la Iglesia.

Desde un podio al interior de la reconstruida cárcel de Liberty, durante la conmemoración del quincuagésimo aniversario del histórico lugar, el Élder Ballard expresó:

“La histórica cárcel de Liberty es un lugar en que da pensar; un lugar en el que se aprendió una lección de humildad”.CU060119-016hr

Joseph Smith, el profeta fundador de la Iglesia, junto a otros líderes SUD de la época pasaron meses encerrados en la cárcel, juzgados injustamente.

Agregó también: “fueron tres meses y medio miserables aquí en el invierno. Pero aprendieron algo muy valioso. Aprendieron de la Expiación de Jesuristo. Aprendieron a comprender las palabras prounciadas por Cristo en el Jardín de Getsemaní y en la cruz”.

La reconstrucción parcial de los maniquíes de la cárcel de Liberty representan a los miembros de la Iglesia que estuvieron cautivos allí.

Muchos elementos clave de la estructura actual de la Iglesia, entre ellos el Quórum de los Doce Apóstoles y la Primera Presidencia, fueron establecidos por primera vez en Kirtland. Más de 500 páginas de enseñanzas de la Iglesia fueron registradas en Kirtland.

El Élder Ballard continuó: “Kirtland es un lugar demasiado especial. Las manifestaciones espirituales que ahí se sienten no se comparan con otro lugar de la tierra que no sea la Tierra Santa”.

El Élder Ballard anima a quienes visiten Kirtland de darse el tiempo de pensar sobre lo ocurrido en ese lugar.

Visitantes caminan entre los reconstruidos y restaurados edificios en la histórica ciudad de Kirtland, la que abrió para el público hace diez años.

“Los que vengan a caminar en las calles de Kirtland deben tomarse el tiempo de reflexionar, de contemplar. Porque el enemigo está por robando  tiempo, sí, el tiempo que dedicamos a maravillarnos con cosas espirituales. En lugar de eso, nos hallamos tan atrapados en cosas que parecen importar, cuando en realidad, todos necesitamos reducir la velocidad y consagrar un tiempo a contemplar”.