La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó sillas de ruedas, camillas y juguetes, el pasado fin de semana, en Santa Cruz.

Unos doscientos niños llegados desde Montero y traídos por funcionarios del municipio norteño, fueron los felices receptores de los primeros juguetes, de un total de 5.000 entregados por el Elder Hugo Montoya y su esposa, en la capilla del centro de estaca Abundancia.

“Nuestros miembros hacen donaciones especiales para poder ayudar a las personas que lo necesitan”, dijo el Elder Hugo Montoya, consejero de la presidencia de la Iglesia de Jesucristo para el área Sudamérica Noroeste, que comprende a los países de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela.

Virginia Velasco Condori, jefa de la Unidad de Apoyo a la Gestión Social dependiente del Ministerio de la Presidencia recibió oficialmente el donativo. “Muchísimas gracias a la Iglesia y todos los voluntarios presentes. Nos están dando 5.000 juguetes para toda Bolivia y así también estamos recibiendo una donación de 80 sillas de ruedas y 40 camillas que vamos a distribuir de manera equitativa en todo el país para poder prestar un servicio solidario a la comunidad”, señaló la funcionaria.

EL director del hospital universitario Japonés, recibió cuatro sillas de ruedas y tres camillas. “Es necesario este aporte porque cada vez aumentan los pacientes y hay gente que necesita una silla de ruedas, por eso agradecemos a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días por hacernos este regalo”, dijo Víctor Hugo Zambrana, director del nosocomio cruceño.

Durante el acto de entrega de la donación, la titular de Gestión Social sorprendió al Elder Montoya y su esposa con un presente y ponchos andinos. «No queremos quedar indiferentes; queremos hacer entrega de un pequeño presente a nombre del presidente Evo Morales, toda vez que la iglesia siempre nos ha colaborado con donaciones muy grandes para nuestras familias que han sufrido desastres o que son de extrema pobreza. Muchas gracias hermano y mil felicidades”, expresó Virginia Velasco.

“Lo pondré en mi oficina y así me recordará que tenemos muchos hermanos en este hermoso país”, manifestó el Elder Montoya al agradecer por los presentes.

El exitoso programa de bienestar de la Iglesia de Jesucristo reconoce la importancia de vivir de manera autosuficiente, atender al pobre y al necesitado y de prestar servicio a los demás. “Un hombre lleno del amor de Dios no se conforma con bendecir a su familia, sino que va por todo el mundo anheloso de bendecir a toda la raza humana”, enseñó Smith.