Cinco Paul es el pianista de la Primaria y confiesa que «¡es el mejor llamamiento del mundo!», pero este mismo hombre que los domingo se relaciona con los niños y la música, en su vida profesional se desempeña como guionista de importantes películas animadas, siendo una de las más conocidas «Mi Villano Favorito».

Paul en su niñez fue criado bajo las normas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por su madre, esa misma fe le ayudó a poder plasmar la fe en su trabajo junto a su compañero de escritura, Ken Daurio, según constató al Religions News Service en una entrevista.

Un ejemplo de ello, es en una escena de la película donde Margo, Edith y Agnes aparecen orando. Estas tres niñas acompañan al protagonista de «Mi Villano favorito», Grus.

Paul no estuvo relacionado con la película «Minions» que se estrenó el fin de semana pasado en los Estados Unidos, pero estará nuevamente para «Mi Villano Favorito 3» en el 2017.

En su entrevista él narra que creció en Phoenix, Arizona. «Mi mamá era miembro de la Iglesia y mi papá era un católico no practicante que no iba a la iglesia» cuenta Paul. El padre de Paul no fue muy permisivo con él en cuanto a temas de religión «era muy antimormón, de cierta manera, por lo que nuestra exposición a la iglesia era limitada. Habían solo ciertas cosas que él nos permitía hacer. En aquellos días, a Escuela Dominical y as reunión sacramental eran separadas por lo que solo podíamos ir a la Escuela Dominical que era en la mañana. La regla siempre fue que cuando cumpliéramos 16 podríamos bautizarnos. Por lo mismo asistía a la iglesia durante toda mi niñez viendo como los otros chicos recibían el sacerdocio y repartían la santa cena».

Pero al llegar los 16 tuvo su crisis de fe por lo que no se bautizó de inmediato «esto no estaba en mi lista de prioridades, aún asistía a la iglesia, pero tenía muchas preguntas y no estaba seguro en cuanto a lo que creía» cuenta él.

«No fue sino hasta que estuve a punto de ir a Yale, al otro lado del país, que me di cuenta que era tiempo de decidir si esto era lo que yo creía y cómo quería vivir. Es fue un tiempo de una real y profunda reflexión y mucha oración. Creo que me bauticé el día ante de irme a la universidad. Fue pequeño, solo mi mamá, mis hermanas y una pareja de misioneros. ¡Me bauticé en una piscina!»

Al cumplir los 19 años otro desafío apareció con su padre. Él quería servir una misión pero su padre le dio un ultimátum «si él pagaba la escuela entonces yo debía terminar mis estudios primero», por lo que Paul decidió terminar sus 4 años de estudios en Yale para luego ir a servir a Tokio, Japón.

En Yale conoció a quién más adelante llegaría a ser su esposa, se fue a la misión comprometido, «ella me esperó y nos casamos rápidamente al regresar».

Su colega, Ken, es otro miembro SUD y se conocieron en la Iglesia. «En 1997 era el sesquicentenario de la celebración de la llegada de los pioneros a Utah. Nuestra estaca quería mostrarlo en una obra y me pidieron que la escribiera. Entonces escribí esta musical sobre una chica pionera y una chica moderna que cambiaban roles. Ken audicionó para la presentación y quedó, de ahí que nos hicimos amigos. En algún momento le dije “¡escribamos un guión juntos!” Nunca se llevó a cabo pero fue vendido».

Paul y Ken relacionan mucho su trabajo con su religión y uno de esos ejemplos fue con Horton. «el Dr. Seuss escribió el libro, pero cuando Ken y yo estábamos escribiendo el guión encontramos mucho sobre la fe. El escuchar una voz que nadie más escucha… Es como José Smith diciendo que sabía que había visto una visión, aún cuando nadie más le creía. Aquellas palabras de José Smith efectivamente resuenan en nuestras mentes» confesó Paul.

Escena de "Mi Villano Favorito" donde aparece una de las protagonistas orando.
Escena de «Mi Villano Favorito» donde aparece una de las protagonistas orando.

Otro ejemplo es en «Mi Villano Favorito», película con la cual Paul dice tener una relación más personal. «Tengo 3 hijos [ahora tiene 24, 20 y 16] y Ken tiene 3 hijos. Para mi hay mucho del evangelio ahí, quizás no como enseñanzas SUD específicas, pero sobre el poder del amor para cambiar a una persona mala en una buena y de cómo cada hombre hace abandono de su villanía cuando se convierte en papá».

«Hay también una escena donde las tres chicas hacen una oración. Nosotros queríamos rotundamente esa escena ahí. La religión es una parte muy importante en las vidas de las personas y es muy extraño ver algún tipo de representación real de eso en películas o la TV».