David Todd Christofferson nació el 24 de enero de 1945 en American Fork, Utah, y creció en un hogar que fomentaba los valores de trabajo arduo y fe. En su juventud, se mudó con su familia a New Jersey, donde experimentó una transición cultural significativa que profundizó su comprensión de diversas creencias y culturas. Sirvió como misionero en la Misión Argentina Norte entre 1964 y 1966, bajo la dirección de líderes como Richard G. Scott, experiencia que marcó su compromiso con el servicio y la fe.
El élder Christofferson obtuvo una licenciatura en Inglés y Relaciones internacionales de la Universidad Brigham Young (BYU), donde destacó como Edwin S. Hinckley Scholar, y un título en Derecho de la Universidad de Duke. Su carrera legal incluyó roles destacados, como asistente legal del juez John J. Sirica durante los juicios de Watergate, abogado en Washington, D.C., y director jurídico de importantes instituciones financieras como Commerce Union Bank y NationsBank (ahora Bank of America). También participó activamente en causas comunitarias e interreligiosas en Nashville, Tennessee.
En la Iglesia, sirvió en diversos llamamientos, incluyendo obispo, presidente de estaca y presidente de área. En 1993, fue llamado al Primer Quórum de los Setenta. Posteriormente, sirvió en la Presidencia de los Setenta, supervisando áreas en Norteamérica y dirigiendo el Departamento de Historia Familiar y de la Iglesia. Desde estas posiciones, promovió la modernización de los recursos genealógicos para facilitar su acceso a los miembros de todo el mundo.
El 5 de abril de 2008, el élder Christofferson fue sostenido como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles. En esta función, ha viajado globalmente, ministrando en Latinoamérica y otras regiones, y enfatizando principios de verdad, responsabilidad personal y fortaleza espiritual en sus discursos. Es conocido por su habilidad para conectar valores eternos con las realidades contemporáneas.
En el ámbito personal, se casó con Katherine Jacob en 1968 en el Templo de Salt Lake. Juntos tienen cinco hijos y numerosos nietos. Katherine ha sido una compañera constante en su ministerio, destacándose por su carisma y creatividad en las comunidades donde han vivido.
La vida de D. Todd Christofferson refleja una integración equilibrada entre liderazgo profesional, servicio eclesiástico y dedicación familiar, lo que lo convierte en un ejemplo de servicio a nivel local y global.
