Henry Bennion Eyring nació el 31 de mayo de 1933 en Princeton, Nueva Jersey, en un hogar donde la fe y la educación eran fundamentales. Hijo de Henry Eyring, un renombrado científico, y Mildred Bennion Eyring, desarrolló desde joven un profundo compromiso con el aprendizaje y el servicio. Eyring obtuvo una licenciatura en Física en la Universidad de Utah y más tarde completó una maestría y un doctorado en Administración de Empresas en la Universidad de Harvard, logrando una formación académica de excelencia que prepararía el camino para su destacada carrera profesional y eclesiástica.
Antes de su servicio a tiempo completo en la Iglesia, Eyring sirvió en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos como teniente primero en la Fuerza Aérea. Posteriormente, trabajó como profesor en la Escuela de Negocios de Stanford y fue presidente del Ricks College (ahora Universidad Brigham Young-Idaho), donde dejó un legado de innovación educativa y enfoque espiritual. También sirvió como comisionado del Sistema Educativo de la Iglesia, desempeñando un papel crucial en la integración de principios del Evangelio con la educación académica.
En 1985, Henry B. Eyring fue llamado como ayudante de los Doce Apóstoles, dando inicio a su servicio como autoridad general. Fue sostenido como miembro del Primer Quórum de los Setenta en 1986 y luego como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles en 1995. Entre 1992 y 1995, sirvió como primer consejero en el Obispado Presidente. Además, formó parte de la mesa general de la Escuela Dominical. Desde 2007, ha servido en la Primera Presidencia, primero como segundo consejero del presidente Gordon B. Hinckley, luego como primer consejero del presidente Thomas S. Monson, y actualmente como segundo consejero del presidente Russell M. Nelson.
Eyring es conocido por su humildad, empatía y profunda espiritualidad. Sus discursos en las conferencias generales han inspirado a innumerables miembros, enfatizando la fe en el Salvador, la importancia de la revelación personal y la capacidad de Dios para fortalecer a Sus hijos en tiempos de dificultad.
Un detalle significativo de su vida es su dedicación a escribir diariamente en un diario espiritual, un hábito que adoptó siguiendo el consejo de su padre. Este registro personal le ha permitido reconocer la mano del Señor en su vida y fortalecer su testimonio.
En el ámbito personal, Eyring estuvo casado durante casi 60 años con Kathleen Johnson, quien falleció en 2021. Juntos tuvieron seis hijos y son abuelos de 33 nietos. Su vida es un ejemplo de servicio fiel y constante, de amor por su familia y de dedicación al Señor y Su obra.
Quiero agradecer con mi alma y mi corazón, a este medio de recibir inspiración, cuando agradecida estoy por esta maravillosa herramienta, gracias mil gracias por alimentar mi espíritu y mi alma, an fortalecido grandemente mi testimonio. De mi salvador Jesucristo y mi amado padre celestial. Mil gracias