Fue un golpe para mí, cuando me di cuenta de que Adán y Eva tuvieron hijos antes de Caín, Abel y Set. 

¿Quién eran?

¿Cómo se llamaban?

Esto no lo sabemos, pero lo que sí se ve claramente en Moisés 5 es que tuvieron varios hijos antes de los que son nombrados específicamente.

Sabemos muy poco sobre estos primeros hijos de nuestros primeros padres, pero lo que sí sabemos de ellos me resultaba muy perplejo: amaban a Satanás más que a Dios.[i]

¿Cómo es posible amar a Satanás?

Al contemplar esta pregunta, me vinieron a la mente escenas de Hollywood con muchachas góticas haciendo ritos extraños, ante fogatas en el bosque, con estrellas pentagonales y crucifijos puestos boca abajo.

De pronto, sube una figura diabólica de las llamas, de piel escarlata, y cuernillos en la frente. Tiene bigote y una cola puntiaguda.

¿Participarían los primeros hijos de Adán y Eva en tales rituales y, peor aún, les gustarían tanto que no hicieron caso a sus padres?

Esta posible respuesta me incomodaba y, además, me parecía incompleta, si no totalmente incorrecta.

Las apariciones registradas de Satanás son, felizmente, muy escasas. Esto puede ser por varios motivos, uno siendo estratégico por parte del diablo.

Nefi nos enseñó que el diablo…les cuenta que no hay infierno; y les dice: Yo no soy el diablo, porque no lo hay…[ii]

Aunque Satanás prefiere el anonimato, manipulándonos por terceros, desde las sombras, a veces opta por revelarse, pero ¿cómo es que se revela?

El relato de Moisés 5:13 dice simplemente que… Satanás vino entre ellos, diciendo: Yo también soy un hijo de Dios

¿Por qué lo habrían creído? Sus padres seguramente les habían enseñado sobre su vida en el Jardín de Edén. Para entonces, les habían explicado que conocían a Dios personalmente.

Y ahora, Adán venía con buenas nuevas: Dios había hablado de nuevo y mandado a un ángel con enseñanzas gozosas. ¡Las consecuencias de la caída no serían necesariamente eternas! ¡Existía una manera de volver a la presencia de Dios![iii]

¿Qué motivos tenían los hijos de Adán y Eva para dudar de sus padres? ¿Por qué creer a Satanás, a quién no conocían, en vez de creer a sus propios padres?

Las respuestas a estas preguntas las tiene Korihor, el anti-cristo.

Alma 30 All Things Denote There Is a God (Story of Korihor the Anti-Christ)  - YouTube

Korihor tuvo una experiencia parecida. Vivía en una época de fervor religioso. Alma el Hijo recorría toda la región que circundaba a Zarahemla estableciendo la Iglesia, ganando almas para Cristo. Esto habría pasado de boca en boca, ya que Alma el Hijo era, muy probablemente, el nefita más famoso de su época.

Años antes, Alma debió de haber dejado atónitos a todos los nefitas después de ir en contra de su padre, predicando en contra de la Iglesia con los hijos del rey Mosíah II. Su milagrosa conversión la debieron de conocer todos.

Un tiempo después, en la primera elección nefita, el pueblo nombró a Alma el Hijo como autoridad máxima: juez superior. 

Ya que este puesto se ocupaba por toda la vida, Alma el Hijo sorprendió a todos una vez más cuando renunció el poder y se dedicó el resto de la vida a la predicación del evangelio y a la administración de la Iglesia. 

Esto, después de una lucha legendaria personal contra el usurpador y traidor, Amlici, y una victoria milagrosa contra los innumerables ejércitos combinados de los amlicitas y los lamanitas.

Cuando lo conoció Korihor, Alma el Hijo ya era una persona renombrada, un héroe nacional.

¿Por qué, entonces, quiso Korihor contender con él?

Después de que la gravedad de su error se hizo bien clara, Korihor escribió lo siguiente, 

Mas he aquí, me ha engañado el diablo; pues se me apareció en forma de ángel, y me dijo: Ve y rescata a este pueblo, porque todos se han extraviado en pos de un Dios desconocido. Y me dijo: No hay Dios; sí, y me enseñó lo que había de decir. Y he enseñado sus palabras; y las enseñé porque deleitaban a la mente carnal; y las enseñé hasta que hube logrado mucho éxito, al grado que realmente llegué a creer que eran ciertas; y por esta razón me opuse a la verdad, hasta traer esta gran maldición sobre mí.[iv]

De todos los anticristos de las escrituras, Korihor se presenta como el más racionalista y empirista. Es graciosamente irónico, entonces, que se dejara convencer por un argumento que no tiene sentido.

¿Cómo se puede creer a un ángel que dice que Dios no existe?

Si no existe Dios, entonces, ¿de dónde venía el ángel?

A Korihor deben de haberle ocurrido estas y otras preguntas más, pero no las calló y las dejó sin respuesta.

¿Por qué?

Porque las palabras de Satanás deleitaban a la mente carnal. 

Ahí se encuentra la clave para entender cómo los primeros hijos de Adán y Eva podían amar a Satanás más que a Dios, la cual investigaremos más en el próximo artículo.


[i] Moisés 5:13

[ii] 2 Nefi 28:22

[iii] Moises 5:4-12 

[iv] Alma 30:53