Mormones ayudan a afectados por brote de ébola en África 

FREETOWN, Sierra Leona | Mormon Newsroom, Sierra Leona | — La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a través de su cuerpo humanitario, LDS Charities, envió comida y provisiones de emergencia a más de 2.500 familias Santos de los Últimos Días. En el reciente estado de alarma a causa del brote de ébola, cerca de 7.800 familias recibieron ayuda en Sierra Leona luego de que 500 personas fallecieran por esta enfermedad.

De esa manera, los habitantes de Freetown, Kissy, Lungi, Kossoh Town, Makeni, Bo y Kenema, recibieron arroz, aceite para cocinar, elementos de limpieza y cloro. Las provisiones entre el 19 y 21 de septiembre durante el período de encierro mandado por el gobierno, en el que se les pidió a los ciudadanos que se quedaran en sus casas reflexionando y orando.

Una miembro de la Iglesia en Makeni, relató: “Soy madre de dos hijos por lo que antes de la crisis estaba envuelta en comercio ambulante para mantenerlos… la crisis de ébola ha dejado a la mayoría de nosotros desempleados… habiendo gastado todo el dinero que tenía, no me quedaba con qué alimentar a mis hijos. La ayuda que aportó la Iglesia nos brindó gozo y confianza como familia, además de gratitud por Dios”.

Mientras el sufrimiento masivo aumenta, los ciudadanos de Sierra Leona se enfrentan al mayor de los desafíos: la escasez de alimentos, especialmente en las zonas de cuarentena.

La hermana Farissa Fomba expresó: “Me siento agradecida por estas provisiones porque no sabíamos qué comeríamos durante los días de encierro. Pero Dios nos bendijo y estamos tan felices. Lo amamos y continuaremos adorándolo”.

El estado de emergencia pública que duraría entre 60 y 90 días fue declarado hace dos meses para ayudar al gobierno en sus esfuerzos por enfrentar el brote. Pese a ello, el virus se siguió expandiendo, lo que condujo a los tres días de “encierro” (también llamados “atrévase a tener una conversación sobre el ébola”) en los cuales un grupo de voluntarios se dedicaron a informar a la comunidad y a realizar chequeos de rutina para detectar posibles síntomas.