Al utilizar nuestro sitio web, acepta el uso de nuestras cookies.

Artículo

Opinión

No reguemos el árbol del orgullo 

No reguemos el árbol del orgullo

En la Conferencia General de abril de 2023, el presidente Russell M. Nelson nos pidió que evitemos los sentimientos contenciosos y seamos pacificadores. Sentí el discurso del Profeta profundamente y por lo tanto estaré preparando varios artículos sobre el tema. En el pasado he compartido algunos de estos contenidos, los que se encuentran en mi libro Mediación Interpersonal. Pero ahora deseo compartirlos, no sólo usando asuntos relacionados a la psicología, sino también palabras y sentimientos más cercanos al Evangelio de Jesucristo.

El árbol del orgullo

La mayor causa de los sentimientos contenciosos es el orgullo. Solemos, entonces, regar y fertilizar nuestro árbol del orgullo. A medida que este árbol crece, perdemos nuestra habilidad de sentir el Espíritu Santo.

Sabemos que estamos regando el árbol del orgullo si nos concentramos en lo malo que la persona nos ha dicho o hecho. O que el otro tiene la culpa. O que nos ha hecho daño.

Tres ideas para dejar de regar el árbol del orgullo

  1. El Profeta José Smith se preguntaba, introspectivamente, qué palabras o comportamientos de su parte en el pasado, quizás sin cuidarse lo suficiente para no ofender, podrían haber contribuido al conflicto (Jesse W. Crosby, in Hyrum L. Andrus and Helen Mae Andrus, comps., They Knew the Prophet, Deseret Book, 1999, p. 162-163).
  2. Analizar las necesidades honorables que tenga nuestra contraparte. Cuando nos enfocamos en lo que la otra persona podría estar necesitando, nos ayudará a sentir más comprensión y empatía por ellos.
  3. Orar al Padre para que nos llene del amor puro de Cristo hacia nuestra contraparte.  

Fotografía: Cassidy Phillips, unsplash

Related posts

Deja un comentario

WordPress Theme built by Shufflehound. Todo el contenido de Faro a las Naciones se encuentra bajo una LicenciaAtribución/Reconocimiento-NoComercial-SinDerivados 4.0 Internacional