Quentin LaMar Cook nació el 8 de septiembre de 1940 en Logan, Utah. Creció en un hogar donde la fe y el trabajo duro eran valores fundamentales, influenciado especialmente por el ejemplo de sus padres. Su formación académica comenzó en la Universidad Estatal de Utah, donde obtuvo una licenciatura en Ciencias Políticas. Posteriormente, estudió Derecho en la Universidad de Stanford, graduándose como doctor en Derecho en 1966. Este trasfondo lo condujo a una exitosa carrera como abogado, llegando a ser socio administrativo en una firma en el área San Francisco y presidente de un sistema de prestación de salud en California antes de dedicarse de lleno al servicio eclesiástico.
En su juventud, el élder Cook sirvió como misionero en la Misión Británica, donde conoció a líderes que dejaron una marca profunda en su vida y fue compañero de su futuro colega en el Cuórum de los Doce, el élder Jeffrey R. Holland. Más adelante, ocupó diversos llamamientos en la Iglesia, incluyendo obispo, presidente de estaca y representante regional en California. En 1996, fue llamado como autoridad general al Segunco Cuórum de los Setenta y, posteriormente, al Primer Cuórum de los Setenta, asumiendo responsabilidades en el Departamento Misional y como presidente de áreas en Filipinas y el Pacífico. Entre 2004 y 2007, sirvió en la Presidencia de los Setenta.
El 6 de octubre de 2007, Quentin L. Cook fue sostenido como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles. En este rol, ha viajado extensamente, promoviendo la unidad interreligiosa y representando los valores de la Iglesia en foros internacionales, como en el Reino Unido, donde participó en iniciativas relacionadas con la libertad de creencias y la prevención de la violencia. También ha ministrado en Asia y Sudamérica, adaptando su mensaje a contextos culturales diversos.
El élder Cook es conocido por sus discursos que enfatizan la gratitud, la humildad y la importancia de la familia. En su mensaje «¡Las mujeres SUD son asombrosas!» resaltó la contribución de las mujeres en la Iglesia y la sociedad, y en «¡Regocijaos!» invitó a los miembros a cultivar la alegría y la gratitud en un mundo cada vez más centrado en sí mismo.
En su vida personal, se casó con Mary Gaddie en el Templo de Logan en 1962. Juntos tienen tres hijos y once nietos. Mary, quien comparte su amor por la música y la enseñanza, ha sido su compañera constante en su ministerio y en las muchas asignaciones globales que han cumplido juntos.
La vida y servicio de Quentin L. Cook reflejan un compromiso inquebrantable con los principios de su fe y una dedicación a construir puentes entre personas de distintas creencias y culturas. Su trayectoria es un ejemplo de liderazgo equilibrado entre lo profesional y lo espiritual.