Templo de Santiago: Nuevas sesiones especiales para jóvenes y conversos recientes 

SANTIAGO, Chile – Este fin de semana Francis Alder, presidente del Templo de Santiago, junto a su esposa Darlene, visitando la Conferencia de la Estaca Santiago Chile Huelén, dieron a conocer que desde el 25 de este mes de noviembre el templo abrirá sus puertas a los jóvenes todos los martes a partir de las 18:00 horas, tal cual se realiza los días jueves en el mismo horario, para sesiones de bautismos vicarios especiales para la juventud.

Las sesiones de bautismo especiales para jóvenes (en las que no deben ir acompañados por líderes del sacerdocio de sus unidades) comenzaron a principio de este año luego de que el Presidente Alder lo anunciara en un Devocional para Instituto de Religión Santiago Oriente en enero.

El Presidente Alder, siendo consultado por El Faro Mormón dijo que «hemos tenido tanto éxito los jueves que queremos abrir el martes, y si es tan exitoso también abriremos otros días».

El anuncio fue dicho primeramente por la Hermana Alder durante la Sesión de la Generación Emergente de la conferencia el sábado y el día domingo, durante la Sesión General, fue corroborado por su esposo.

En enero el Presidente Alder dijo que “queremos que ustedes puedan llegar al templo sin ningún adulto, puedan llegar con su recomendación azul, y pueden hacer los bautismo en el templo y tendrán la oportunidad que tienen todos los adultos de asistir al templo cuando quieran”. Desde esa fecha se proveyó al baptisterio con escrituras para los los jóvenes puedan leer y meditar durante su estadía.

Junto con este anuncio también se dio a conocer que se realizarán sesiones especiales para conversos recientes y miembros recién activados. Estas sesiones realizarán los sábados a partir de las 18:00 horas.

«Queremos que los nuevos conversos puedan tener un lugar», dijo el Presidente Alder, «que puedan venir con alguien de su barrio y puedan tener las bendiciones del templo. «

El Presidente Alder recalcó la importancia de que los conversos recientes y miembros que haya vuelto a la actividad vengan acompañados por un miembro de su unidad «para que puedan tener una amistad y puedan compartir sus sentimientos y para que no estén solos en el templo».