Por Michael Otterson, Director de Asuntos Públicos de la Iglesia.
Este artículo de opinión fue publicado bajo el título «
Understanding the Handbook» por la Sala de Prensa Mormona.

SALT LAKE CITY, Utah — Si hay algo en lo que prácticamente todo el cristianismo está de acuerdo es en el tierno amor que Jesucristo tiene por los niños. Tanto la Biblia como el Libro de Mormón entregan conmovedores registros de Su amor por “los pequeñitos”, en los cuales los bendijo y prohibió a Sus discípulos alejar a los niños de Él.

En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se reverenciada a la familia y los niños son la parte central de ella. Sin embargo, la carta con instrucciones para los líderes de la Iglesia de la semana pasada que se refería al delicado asunto de cómo responder ante las relaciones entre personas del mismo sexo, provocaron una ola de interrogantes por parte de los miembros de la Iglesia. La mayoría de las inquietudes eran en cuanto a los niños.

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Debido a que la carta era un documento de instrucción para los líderes alrededor del mundo y no un anuncio mundial de la Iglesia a través de LDS.org o Asuntos Públicos de la Iglesia, no llevaba la información o contexto adicional como usualmente ocurre en los sitios web de la Iglesia. Estas preguntas surgieron, principalmente, de miembros de la Iglesia que se enteraron por los titulares de prensa que retrataban estas instrucciones como un rechazo a los niños y una negación a dar nombres a los bebés. Es entendible que los miembros de la Iglesia tengan preguntas específicas en cuanto a cómo este cambio podría afectar a sus seres queridos.

Este episodio demuestra claramente los peligros de sacar conclusiones en base a informes de prensa incompletos, tuits y posts de Facebook que no tienen el contexto necesario y la información precisa. La Iglesia respondió rápidamente a muchas de esas preocupaciones con la entrevista en video al élder D. Todd Christofferson, un miembro del Quórum de los Doce Apóstoles. Al terminar el fin de semana, la entrevista ya había sido vista por millones. 

El día de hoy se publicó en LDS.org (solo en inglés), el principal sitio web de la Iglesia, una carta aclarando las reales implicancias de los cambios al Manual.

Una de las dificultades fue el desconocimiento general que existe en cuando qué es Manual, el cual es una guía para los líderes laicos de la Iglesia de las 30 mil congregaciones alrededor del mundo. Uno de los propósitos del Manual es entregar un punto de referencia común a los obispos y otros líderes para cuando deban tomar decisiones.

Debido a que esta es una política y un manual de procedimientos, el Manual no está necesariamente escrito en un lenguaje contextual y explicatorio. A los líderes de la Iglesia se les anima a usar el Manual en conjunto con la guía del Espíritu Santo. La sensibilidad ante situaciones particulares se aprende por medio del Espíritu, las enseñanzas y el ejemplo de Cristo que se encuentran en las escrituras, los discursos y enseñanzas de las Autoridades Generales y de las propia experiencia de los líderes y su exposición ante situaciones de la vida real. Ningún manual puede responder cada pregunta ni referirse a cada circunstancia.
Estos son los puntos claves para entender el trasfondo de los últimos cambios y adiciones al Manual del liderazgo:

  • El simple hecho de sentir atracción a otra persona del mismo sexo no es un pecado. Algunos fieles miembros de la Iglesia que experimentan esas atracciones participan de la Iglesia sin quebrantar los mandamientos del Señor. Ellos sirven misiones y asisten al templo. La Iglesia enseña a sus miembros que deben aceptar a estos hermanos y hermanas y que les animen en sus vidas fieles en la Iglesia.
  • No hay ningún cambio en la posición doctrinal de que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son pecaminosas.
    Hay nueva información en el Manual que aborda un acotado rango de situaciones que involucran a niños de parejas de personas del mismo sexo.
  • Dando que ahora el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en los Estados Unidos y algunas otras naciones, la Iglesia cree necesario referirse en el Manual a específicamente tales matrimonios para trazar un línea clara y animar a los líderes locales a que sean consistentes en esto. El liderazgo de la Iglesia se preocupan particularmente por los niños, ya sean hijos biológicos de uno de los que conforman la pareja, adoptados o concebidos médicamente.

En realidad, son muy pocas las parejas de personas del mismo sexo que traerían a sus hijos para una ordenanza formal de la Iglesia, como para darle un nombre y una bendición, puesto que esto crea un registro de membresía formal. Sin embargo, los líderes de la Iglesia quieren evitar que se ponga a los niños pequeños en un tira y afloja entre la pareja del mismo sexo en casa y las enseñanzas y actividades en la iglesia.

Esta sensibilidad en cuanto a las circunstancias familiares está presente también en otras situaciones. Por ejemplo, la Iglesia no bautiza a niños menores sin el consentimiento de los padres, incluso si el niño desea relacionarse con sus amigos SUD. Un hombre casado o una mujer casada no puede bautizarse si su cónyuge se opone. En la mayor parte de los países musulmanes los misioneros no hacen proselitismo, ni tampoco en Israel, donde hay susceptibilidades que se relacionan con la familia. En algunos países de África y en otros lugares en donde se practica la poligamia, cualquiera que tenga padres practiquen la poligamia necesita un permiso especial para ser bautizados, de modo que sepan que esa práctica, que es culturalmente aceptable donde viven, no es aceptable en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Por supuesto, siempre hay situaciones que escapan de los lineamientos y principios generales, es por esta razón que los líderes locales pueden pedir guía a líderes de mayor rango sobre casos particulares en los que tengan dudas.

La gran mayoría de los miembros de la Iglesia entienden que no ha habido ningún cambio doctrinal en cuanto a las personas LGBT. La doctrina de la Iglesia es consistente con la vida y las enseñanzas de Jesucristo. Actualmente hay una fuerte tendencia a la que muchos hablen de Jesucristo como si Sus enseñanzas sobre el amor fueran, de alguna manera, inconsistentes con Sus enseñanzas y mandamientos divinos. Naturalmente, el amor del Salvador nunca fue negado a nadie y Sus palabras en la cruz lo ejemplifican. Pero, Él también expresó su amor al enseñar la doctrina con claridad y manteniéndose firme en contra del pecado, dando a veces lecciones duras, por lo cual la gente lo rechazó. Ahí es donde están hoy los líderes de la Iglesia, manteniéndose firmes a la posición doctrinal de lo bueno y lo malo, al mismo tiempo que extienden amor a todas las personas. Los miembros de la Iglesia que creen en profetas y apóstoles modernos entienden y valoran el esfuerzo de sus líderes de guiar la Iglesia a través de las complejidades de las diversas sociedades y las circunstancias sociales rápidamente cambiantes.