La devastadora tormenta tropical no detuvo la dedicación del templo.

Unas pocas horas luego de que el Ciclón Winston se retirara de la isla, el presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, presidió la rededicación del renovado Templo de Suva Fiji, acompañado por el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles. A ellos se les unieron el élderes Kent F. Richards, del Departamento de Templos, y los élderes Kevin W. Pearson, O. Vincent Haleck y S. Gifford Nielsen, quienes conforman la Presidencia del Área Pacífico.

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Presidente Henry B. Eyring, llega al Templo de Fiji para su rededicación. | Sala de Prensa Mormona.

Los miembros y autoridades locales asistentes a la rededicación tuvieron que conducir y caminar a través de escombros hasta llegar a la ceremonia.

La tradicional celebración cultural por la dedicación del templo sufrió algunos por la tormenta el día de ayer, según informó Deseret News.

En un comienzo el lugar de la presentación iba a ser al aire libre, pero cuando el gobierno ordenó a los habitantes de la isla a evacuar los caminos al intensificarse la tormenta, los líderes de la Iglesia decidieron trasladar el lugar del evento a un recinto techado, el cual había sido reservado con anterioridad.

De esa manera, aunque tuvieron que acortar algunos números, los 1.400 jóvenes pudieron presentar su alegres bailes polinésicos y exhibir sus coloridos trajes como tributo de gratidud por el renovado templo sin mayores inconvenientes.

Iglesia se apresa para ayudar

La tormenta, que al golpear la Fiji ya había alcanzado la categoría 5, dejó estragos en el archipiélago y la prensa local informa de 10 muertos.

La Sala de Prensa Mormona del Pacífico indicó que todos los misioneros de la Misión Fiji Suva que sirven en la isla han sido contabilizados y está a salvo.

 

El Presidente del Área Pacífico, el élder Kevin W. Pearson, que está en la misma isla por motivo de la dedicación del templo, a nombre de la Iglesia se refirió al desastre natural y dijo que «nuestros corazones y oraciones está con aquellos que han perdido a miembros de su familia, hogares y propiedades. Haremos todo lo que esté en nuestro poder para ayudar a aquellos que han sido golpeados por este devastador ciclón».

Representantes de la Iglesia se encuentran trabajando con oficiales del gobierno de la isla para coordinar esfuerzos humanitarios de ayuda.