Elder Quentin L Cook comenta en sus redes sociales.

Recientemente, hablé a un grupo de jóvenes adultos que están muy cerca de ese período de la vida en el que los asuntos financieros y las elecciones que hagan sobre las finanzas son sumamente importantes.

Una Escritura familiar que se encuentra en Alma 36:30, y en muchos otros lugares en el Libro de Mormón, tiene dos partes: se lee: “… al grado que guardes los mandamientos de Dios, prosperarás en la tierra”. En la segunda parte se lee: “… si no guardas los mandamientos de Dios, serás separado de su presencia”. Es claro, que tener la bendición del Espíritu Santo es el elemento principal para prosperar en la tierra.

Algunas personas parece que se ven absolutamente determinadas a lograr el “estilo de vida de los ricos y famosos”. No se promete la riqueza en exceso a los miembros fieles, ni esta generalmente trae felicidad.

Como personas, los Santos de los Últimos Días efectivamente han prosperado. Algunos logran riqueza como resultado de sus logros muy loables y adecuados, y utilizan esa riqueza para bendecir a la humanidad y promover los propósitos del Señor.

Los principios de sabiduría financiera incluyen buscar primero el Reino de Dios, trabajar, planificar y gastar con moderación, planear para el futuro y utilizar la riqueza para edificar el Reino de Dios.