Hace unos días, The Church News publicó un artículo sobre las instrucciones impartidas por el apóstol Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, en el seminario anual de capacitación para nuevos presidentes de misiónen Provo (Utah). El élder Cook compartió las siguientes estadísticas en su discurso:
- El número mundial de bautismos de conversos durante el período de 12 meses comprendido entre junio de 2024 y mayo de 2025 fue el más alto jamás registrado durante cualquier período de 12 meses de la Iglesia desde su fundación en 1830.
- Durante el primer trimestre de 2025, «todas las regiones del mundo» registraron un aumento de al menos un 20 % en el número de bautismos de conversos en comparación con el primer trimestre de 2024.
- El número anual de bautismos de conversos en 2024 (308 682) fue el más alto registrado en aproximadamente 25 años, y «la tasa de aumento de los nuevos miembros que asistieron a la reunión sacramental fue aún mayor».
- Las personas que asisten a la reunión sacramental en la semana siguiente a su primer encuentro con los misioneros de tiempo completo tienen 10 veces más probabilidades de ser bautizadas y confirmadas.
Estos informes son muy alentadores tras décadas de estancamiento o descenso en el número anual de bautismos de conversos. Entre 2000 y 2019, la media fue de 264 769 al año. El récord histórico de la Iglesia en cuanto al número de conversos bautizados en un solo año calendario fue de 330 877 en 1990. Los siguientes años con mayor número fueron 1996 (321 385), 1989 (318 940) y 1997 (317 798). Por lo tanto, se han bautizado más de 330 877 conversos entre junio de 2024 y mayo de 2025. Además, el primer trimestre de 2025 registró un aumento de más del 20 % en comparación con el primer trimestre de 2024. Si el número de bautismos de conversos aumenta un 20 % en 2025, habría 370 418 conversos bautizados en 2025, aproximadamente 40 000 más que el máximo histórico anterior. Si la trayectoria continúa en 2026, podríamos ser testigos del mayor crecimiento sostenido de bautismos de conversos desde principios de la década de 1990, lo que supondría un cambio radical tras dos décadas de estancamiento y ralentización de las tasas de crecimiento de los miembros. Entre 2016 y 2022, hubo menos de 250 000 bautismos de conversos al año. El élder Cook indicó que tres principios han mejorado la eficacia del programa misional: (1) centrar todas las actividades en el propósito misional y la doctrina de Cristo, (2) invitar y ayudar a las personas a asistir a la reunión sacramental, y (3) encontrar eficazmente personas a quienes enseñar.
Quizás la estadística más notable y sorprendente que compartió el élder Cook en este artículo fue que «todas las regiones del mundo» tuvieron al menos un aumento del 20 % en el número de conversos bautizados en 2025 en comparación con 2024. No está claro cuán ampliamente define las regiones del mundo, pero probablemente se desglosa por continente. Aunque el élder Cook indicó un crecimiento en todas las regiones, la Iglesia no publica datos regionales detallados, lo que dificulta verificar de forma independiente dónde se están produciendo los mayores aumentos. La estadística compartida por el élder Cook sugiere que ha habido un aumento en la receptividad global al mensaje del Evangelio santo de los últimos días, mejoras en la eficacia del programa misional o una combinación de ambos. Aunque el número de conversos bautizados en todo el mundo ha aumentado a un ritmo más rápido independientemente de la región del mundo, es probable que muchos de los nuevos conversos en las zonas más secularizadas del mundo procedan de grupos de migrantes, inmigrantes o minorías que históricamente han mostrado una mayor receptividad que sus homólogos más establecidos y pertenecientes a la mayoría étnica. La retención de conversos también parece ser buena, teniendo en cuenta la observación del élder Cook de que la asistencia a la reunión sacramental de los nuevos conversos registró un aumento aún mayor que el número total de conversos bautizados. Históricamente, algunos críticos han expresado su preocupación por los bautismos apresurados y los retos de retención a largo plazo. Sin embargo, el énfasis del élder Cook en la asistencia a la Santa Cena y el enfoque doctrinal puede reflejar los esfuerzos por abordar estas mismas cuestiones, aunque la retención entre 5 y 10 años después del bautismo ha sido históricamente —y sigue siendo— un reto importante. No está claro cómo se distribuyen estos avances recientes entre las regiones del mundo. Si bien la Iglesia se enfrenta a una creciente secularización y desafiliación en muchos países desarrollados, estas nuevas tendencias pueden reflejar un crecimiento en áreas más receptivas, incluyendo entre las poblaciones inmigrantes en esas mismas regiones seculares.
Queda por ver si este impulso continuará en los próximos años. Sin embargo, la tendencia actual sugiere que se están produciendo importantes mejoras estructurales en la obra misional, a pesar de las bajas tasas de actividad de los miembros (entre el 15 % y el 25 % de los miembros nominales) en la mayoría de los países. Si bien estas nuevas cifras son las más altas desde la década de 1990, cuando la Iglesia informó de sus aumentos numéricos más significativos en los bautismos de conversos, vale la pena recordar que muchos de esos auges de conversos no dieron lugar a una actividad sostenida ni a la viabilidad de las estacas. El impacto futuro del crecimiento actual dependerá probablemente de las mejoras en el apoyo posterior al bautismo y el compromiso doctrinal. Si la Iglesia puede mantener estos avances y, al mismo tiempo, mejorar la integración a largo plazo, la conversión doctrinal y el desarrollo del liderazgo local, esto podría suponer no solo un renacimiento numérico, sino también cualitativo.
