|Deseret News| – En febrero Lexi Hansen era una estudiante de primer año de la Universidad Brigham Young, y yacía en una cama del hospital en estado crítico. Los médicos le dieron una probabilidad del 5 por ciento de supervivencia después de ser atropellada por un auto mientas conducía su longboard a través de un paso de peatones en Provo. Nueve meses más tarde, ella está de vuelta en la universidad y preparándose para servir una misión para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Ella partirá el 31 de diciembre 2014, a  la Misión Iowa Des Moines en los Estados Unidos.

Cuando ella le dijo a su médico que quería servir una misión, él le dijo que pensaba que podría servir una misión de servicio en un año más o menos. Su madre respondió al doctor que Lexi quería ir inmediatamente. Cuando regresó a la siguiente visita con el médico un par de meses después, él se conmovió por el progreso de Lexi, a tal grado que, con lagrimas en sus ojos, le dijo «Es impresionante cuán rápido ha mejorado. Te voy a dar el alta para que puedas servir una misión» relató Lexi.

Lexi siempre ha querido servir una misión.

Lexi dijo que «desde que era pequeña, siempre he tenido este deseo en mi corazón de ser una misionera y compartir el Evangelio con otras personas y manifestar el amor de Dios; Soló quiero servir para que otras personas sientan la felicidad que tengo. Es lo mejor en mi vida y quiero que otras personas puedan tenerlo».

A pesar de que de vez en cuando se preocupa por su salud, Lexi siente que su accidente le preparo para poder servir. Ella dice que muchas personas han comentado que su capacidad de resistencia frente a esto les ha ayudado a tener esperanza de que ellos también pueden hacerlo a través de duras experiencias.

Ella agrego que «es sólo ayudarles a ver que Dios está ahí y Él los ama, y Él les ayudará en su dificultades, Esto sólo demuestra que Él tiene el máximo poder. Él es omnipotente porque los médicos dicen que no es nada que ellos hayan hecho o que yo haya hecho lo que me salvó, así que básicamente están diciendo que Dios estuvo ahí»

Cuando ella regrese de su misión, planea continuar sus estudios en de comunicaciones en la Universidad Brigham Young y espera convertirse en una oradora motivacional, algo que quería hacer, incluso antes del accidente.

Lexi dijo que «fue gracioso porque como dos semanas antes de mi accidente yo estaba como ‘no puedo ser una oradora motivacional, tengo que pasar por algo trágico’… entonces desde que tuve que pasar por esto trágico, estoy como ‘bueno, esa fue mi respuesta, supongo que tengo que ser una oradora motivacional’. Así que es genial ver que lo que deseaba antes ahora se vuelve real, supongo».

Mientras que lo que ella experimentó en los días y meses después de su accidente fue sin duda algo difícil, Lexi considera la experiencia como una bendición. Ella reconoce que el accidente le dio una perspectiva diferente de la vida.

«Veo la vida de una manera totalmente diferente» afirmó Lexi Hansen,, «Estoy viviendo para Dios».