«Parecía… un gol de la Selección del Ecuador. Día de fiesta para los SUD de Ecuador», dijo un miembro de la Iglesia ecuatoriano.

GUAYAQUIL, Ecuador — Domingo 4 de abril a las 11:00. Este día para el Ecuador y para sus miembros será recordado para toda la vida.

Estos sentimientos se los vivió el 31 de marzo de 1982 con el anuncio del Templo en Guayaquil. Ahora fue el domingo 4 de abril en que el Thomas S. Monson, Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, lo anunció a los 44 segundos de empezar su mensaje. Desde ese momento comenzaron en los miembros de Ecuador sentimientos de alegría, de emoción y de agradecimiento a Nuestro Padre Celestial.

Como lo recordó el hermano Horacio Araya, quien estuvo a cargo de la casa abierta del Templo de Guayaquil: «Mi esposa y yo fuimos bendecidos durante la casa abierta del Templo. Fuimos capacitados por el élder Perry. Todos los que han hecho algo por la obra en Quito tienen su parte en esta gran obra de establecer el Reino de Dios en la Tierra«.

En cambio el hermano Efraín Gómez Ugarte indicó: “Es una gran bendición para la membresía del norte del Ecuador la presencia del Templo en Quito, además eso traerá mayor crecimiento espiritual para todos nuestros hermanos del país. Bien por los santos de los últimos días de Ecuador. Estoy muy contento con esta noticia, cuando se anunció la presencia de un Templo en Quito, en la capilla de Álamos en Riobamba se escuchó un solo grito de felicidad, parecía que se había observado un gol de la Selección del Ecuador. Día de fiesta para los SUD de Ecuador«.

El hermano Pablo Guaminga agradeció a todos los exmisioneros que contribuyeron con su prédica, su amor al servir, su diligencia, su dedicación, su obediencia, y el gran espíritu que dejaron en cada hogar que visitaron, quienes dejaron sus hogares por 18 y 24 meses para servir y amar al pueblo de la Misión Quito.

La hermana Angélica Bayas comentó en las redes sociales que muchos en Baños comenzaron a aplaudir, a llorar y sentir gratitud al Señor por la bendición de tener otro Templo.

«Agradecimiento especial a los misioneros que han trabajado en el crecimiento de la obra en Quito. Gracias, muchas gracias, por su aporte tendremos la gran bendición de tener la Casa del Señor establecida más cerca de nuestros hogares. ‘Quizá sea un instrumento en las manos de Dios para conducir a algún alma al arrepentimiento; y este es mi gozo’ (Alma 29:9)”, fueron los sentimientos de la hermana Mariana Peñafiel desde Quito.

Exmisioneros de la entonces Misión Quito como John J. Trau no quisieron dejar pasar este gran momento y comentó en Facebook: «Este joven misionero tenía la esperanza de que algún día vería el día en que un templo del Señor se construiría en Quito, Ecuador. Hoy, 30 años más tarde con lágrimas en mis ojos, este sueño está un paso más cerca. El presidente Monson anunció un templo que se construirá en la ciudad donde cumplí mi misión”.

Las redes sociales como Facebook fueron el medio por el cual los miembros compartieron sus sentimientos de gratitud al Señor por la bendición de tener un nuevo templo.

Así lo expresaron muchos exmisioneros, quienes desde ya están invitando a realizar tours el día de la dedicación. Todos a Quito. Están invitados todos los que sirvieron en la Misión Quito, se leía constantemente.

El anuncio del profeta Monson causó gran emoción en la membresía de la estaca Kennedy, al norte de Guayaquil, ciudad donde hasta ahora se encuentra el único templo del país. Se observaron caras de asombro y felicidad ante la noticia de que nuestro país contará con un nuevo edificio para adorar al Señor.

En la capilla ubicada en la cdla. Brisas del Río, donde asisten los barrios Los Sauces e Isidro Ayora, las palabras del profeta fueron recibidas como una gran bendición, manifestó Shirley Espinoza.

El obispo de Sauces, Luis Antonio Espinoza, expresó: “Pensé en aquellos miembros pioneros en la Iglesia en Ecuador, pensaba en el momento cuando el presidente Spencer W. Kimball dedicaba esta tierra para la prédica del Evangelio arriba en el Panecillo y recordaba partes de la oración donde mencionaba que esta parte de Sion donde se encontraban parte de las tribus perdidas de Israel. Fue un momento de felicidad y gozo porque como miembros de la Iglesia sabemos cuán bendecido son los países cuando se anuncia la construcción de un templo».

La «Carita de Dios» en poco tiempo brillará más cuando en la Casa del Señor, anunciada por el profeta Monson, se coloque la estatua del Ángel Moroni sobre su aguja. «Me emocioné mucho al escuchar el anuncio ese día y siento que es un llamado a todos nosotros que fuimos llamados por Dios a servir en la Misión Quito en algún momento, digo que es un llamado a ir al rescate de quienes fueron nuestros conversos y que necesitan estas bendiciones, que por alguna razón se han alejado de la hermandad”, comentaba Franklin Toral.

En cambio Henry Mora indicaba: “Corran las buenas nuevas a todos los que sirvieron misiones en Quito en cualquier era, es hora de prepararnos para regresar y celebrar con aquellos a quienes tuvimos la bendición de servir y llevar el Evangelio en la nueva casa del Señor. Templo de Quito-Ecuador”.

(Imagen destacada: Afiche del anuncio del Templo de Quito Ecuador. | Área Sudamérica Noroeste).