El siguiente artículo es una reedición de un artículo bajo el mismo nombre publicado en 2014 por este medio. Algunos datos, términos y traducciones han sido actualizados.

En noviembre de 2014, importantes medios de prensa reaccionaron a la publicación de tres ensayos en la página web de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en cuanto al matrimonio plural en los primeros años de esta. Los ensayos provén información clara y precisa en cuanto a este tema.

Muchas de estas agencias noticiosas y medios han tomado esta información y la han perfilado como un “reconocimiento público” de parte de la Iglesia a la práctica polígama del profeta José Smith como si anteriormente se hubiera guardado como secreto.

La agencia AP calificó estos ensayos como la aceptación de “un capítulo engorroso correspondiente a las raíces” de la Iglesia. La agencia Reuters (fuente de La Tercera) dice que la Iglesia por años “ha intentado encubrir aspectos de sus historia” y ahora los estaría revelando. En CNN en Español se lee que los “líderes mormones se había esforzado siempre por presentar a su profeta fundador como un hombre felizmente casado con una sola mujer” y en la BBC Mundo (replicado por Cooperativa.cl) comentaron en la misma línea, pero fueron más allá diciendo que estas “revelaciones sobre Joseph Smith ha perturbado a los fieles”.

A medida que se continúa leyendo la información proporcionada por estos importantes medios de prensa, más y más se revela los falsos conceptos que aún existen en la opinión pública sobre la Iglesia de Jesucristo y su historia temprana.

Para la Iglesia, en general, el matrimonio plural nunca ha sido un tema oculto (aunque, para ser justos, algunos sí manifiestan pudor al tocar el asunto o prefieren pasarlo por alto). Dentro de la literatura básica de la Iglesia que cada miembro maneja en sus hogares (la Santa Biblia, El Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y La Perla de Gran Precio) se habla en diferente nivel de detalle en cuanto a esta práctica.

En las clases de la Escuela Dominical para adultos cada cuatro años se enseña el curso llamado “Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia” donde en varias clases se debe, al menos, mencionar el asunto del matrimonio plural. En estas últimas décadas, la enseñanza durante las clases los días domingo de los cuórums de élderes y de la Sociedad de Socorro fue en base a los manuales de “Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia” con los que cada año se estudiaba la vida y enseñanzas de uno de los presidentes de la Iglesia anteriores. El matrimonio plural, para varios de los profetas modernos, fue una parte importante en su ministerio.

Los jóvenes entre 14 a 18 años asisten a clases de Seminario de Religión 4 veces a la semana donde tienen un año de clases de Doctrina y Convenios que deben cursar para graduarse en la cuales se menciona el matrimonio plural. En las clases impartidas en los Institutos de Religión, enfocadas en jóvenes mayores de 18 años, hay cursos similares y de mayor profundidad.

Adicionalmente, hay una amplia variedad de literatura oficial y semioficial de autores y líderes de la Iglesia, tanto de manera impresa como digital, en los cuales se refieren en diferente extensión al matrimonio plural. Todo este material está al alcance de quién lo busque de manera gratuita. Una muestra de esto, es la publicación de estos tres ensayos que da una visión general del tema citando, incluso, a autores que no son santos de los últimos días.

A pesar de la información anteriormente disponible, la publicación de estos ensayos es de gran valor como punto de partida para quienes quieran profundizar en cuanto a la historia de la Iglesia desde fuentes fiables y de manera organizada.

Durante los primeros comienzos de esta práctica se mantuvo de manera confidencial y, debido al carácter personal de su aplicación, se tiene pocos registros sobre sus inicios y de los pocos registros que existen varios resultan ser confusos o incluso contradictorios. En la serie de tres ensayos que ha publicado la Iglesia, se agrupa parte de la información más importante, clara y confiable al respecto.

El primero de estos ensayos comienza explicando que “los santos de los últimos días creen que el matrimonio entre un hombre y una mujer es la ley básica del matrimonio del Señor. En tiempos bíblicos el Señor mandó a algunos a practicar el matrimonio plural: el matrimonio de un hombre con más de una mujer. A principios de la década de 1840, y por revelación, el Señor mandó a José Smith instituir la práctica del matrimonio plural entre los miembros de la Iglesia. Durante más de medio siglo, algunos Santos de los Últimos Días, bajo la dirección del presidente de la Iglesia, practicaron el matrimonio plural”.

La práctica del matrimonio plural no era algo raro en los tiempos del Antiguo Testamento. Importantes profetas y líderes del pueblo de Israel vivieron de esa manera, como por ejemplo Abraham (quién tuvo hijos con 3 esposas), Jacob (quien tuvo hijos con sus 2 esposas y con 2 de sus siervas), Salomón (quién tuvo 700 esposas y 300 concubinas), David (al menos 8 esposas y 10 concubinas) y Moisés (al menos 2 esposas), solo por mencionar algunos.

A pesar de las bases bíblicas y al no ser una práctica contemporánea, el matrimonio plural era difícil de entender en los tiempos de José Smith, incluso para él mismo. “El matrimonio plural fue uno de los aspectos más difíciles de la Restauración. Para muchos que lo practicaron, el matrimonio plural fue una prueba de fe” ya trajo consigo “persecución” y «vilipendio». La restauración de esta doctrina y su práctica era parte de la “restauración de todas las cosas”.

En el ensayo ya citado se especifica que “El Libro de Mormón señala una razón por la que Dios lo manda: aumentar la cantidad de niños que nacen en el convenio del Evangelio a fin de ‘levantar posteridad para [el Señor]’”.

“El matrimonio plural efectivamente resultó en el nacimiento de un gran número de niños en hogares de fieles Santos de los Últimos Días”, lo que ayudó a establecer los cimientos humanos de una Iglesia emergente que ya sumaba muchas bajas debido a la persecución y al trágico éxodo hacia el oeste.

El segundo de los ensayos explica que las revelaciones recibidas por el profeta en cuanto al matrimonio plural no se dieron de una sola vez, sino por partes desde los inicios del 1830 hasta 1842, que es de cuando se tiene el último registro. Estos registros informan de tres apariciones de un ángel quien le reveló esta doctrina al profeta. Se registra, además, que el profeta vaciló en reiteradas ocasiones en cuanto a esta nueva práctica. «Durante la tercera y última aparición, el ángel llegó con una espada desenvainada, amenazando a José Smith con destruirlo a menos que procediera a obedecer plenamente el mandamiento».

Se sabe que, luego de su matrimonio con Emma Hales, el profeta se casó con su primera esposa plural, Fanny Alger, en Kirtland (Ohio) a mediados de la década del 1830. Esta unión plural terminó en separación antes de que los pioneros se asentaran en Nauvoo (Illinois). Luego del establecimiento de los pioneros a orillas del río Misisipi, “El primer matrimonio plural en Nauvoo tuvo lugar cuando Louisa Beaman y José Smith fueron sellados en abril de 1841. Él se casó con muchas otras esposas y autorizó que otros Santos de los Últimos Días practicaran el matrimonio plural».

Cabe destacar la siguiente aclaración. Actualmente, en los templos de la Iglesia se realizan “sellamientos” o matrimonio por esta vida y por la eternidad. En los inicios de la Iglesia se hacía la distinción entre dos tipos de sellamientos, es decir, el sellamiento por el tiempo de esta vida y por la eternidad y el sellamiento solo por la eternidad.

El primero de estos involucraba todas las responsabilidades que conlleva un matrimonio tal como lo conocemos actualmente (incluyendo relaciones sexuales), mientras que el segundo de estos casos prometía una unión que se haría efectiva a partir de la siguiente vida, por lo que no involucraba responsabilidades durante el paso por la mortalidad.

Ha sido muy difícil para los historiadores determinar el número exacto de en cuantos sellamientos tomó parte el profeta y es más difícil aún saber qué tipo de sellamientos eran estos. Las fuentes para hacer la distinción se limitan solo a unos pocos testimonios que registraron sus esposas en cuanto al tema, pero varias de las que guardaron registro dijeron que su matrimonio era solo por la eternidad. En una de las notas al pie en el segundo ensayo se especifica que “estimaciones minuciosas calculan que fueron entre 30 y 40″ quienes contrajeron matrimonio con el profeta, sin distinguir el tipo de sellamiento que se contrajo con cada una.

Uno de los datos que ha causado más revuelo es que, aun cuando la mayoría de las mujeres con que el profeta contrajo matrimonio tenían entre 20 y 40 años de edad, la edad de una de ellas salta a la vista de los curiosos. Helen Mar Kimball celebró su matrimonio con el profeta a los 14 años de edad. A pesar de ser evidentemente joven a ojos de nuestra cultura actual, la práctica de que las mujeres se casaran durante su adolescencia no era algo extraño en dicha época, incluso en países latinoamericanos era algo común aun a mediados del siglo pasado. El matrimonio de Helen con el profeta fue solo por la eternidad y ella continuó viviendo en la casa de sus padres.

Otro dato que podría llamar la atención de algunos es que José contrajo matrimonio con mujeres casadas, incluso con mujeres cuyos esposos eran miembros de la Iglesia. Este ensayo explica que «la mayoría de los primeros esposos, si no es que todos, parecen haber seguido viviendo en la misma casa con su esposa durante la vida de José Smith», y quejas en cuanto a esos sellamientos con José Smith prácticamente no existen en los registros» y no se documentan reparos de parte de estos esposos sobre el sellamiento de sus esposas con el profeta.

Se puede suponer que estos sellamientos eran solo por la eternidad. En el ensayo se explica que «esos sellamientos pueden haber brindado una forma de crear un enlace eterno entre la familia de José Smith y otras familias dentro de la Iglesia». Esta práctica es inexistente de la Iglesia en la actualidad.

La práctica del matrimonio plural fue muy difícil en sus inicios incluso para el profeta y, en especial, para su esposa Emma. Emma “vaciló en su opinión del matrimonio plural; en ocasiones lo apoyaba y en otras lo denunciaba”. Se sabe que compartió su casa con al menos cuatro esposas plurales de José. Emma nunca dejó registro escrito sobre su pensar al respecto ni de sus conversaciones con José sobre el tema.

Ya en el Valle del Lago Salado, años después de la muestre de José Smith y con Brigham Young a la cabeza de la Iglesia, la práctica del matrimonio plural se hizo más extensa y abierta entre los santos de los últimos días.

No hay cifras exactas, pero se estima en su apogeo en 1857, la mitad de los santos en Utah vivieron la experiencia del matrimonio plural ya sea “como esposo, esposa o hijo”. La mayoría de los esposos polígamos no tenían más de dos esposas. Nunca se esperó que todos los santos vivieran en matrimonios plurales.

Las mujeres siempre fueron libres de escoger a sus esposos y nunca se les obligó a contraer matrimonio ni tampoco a que fuera con alguien específico. Así también, es real que hubo un pequeño número de santos de los últimos días que intentaron vivir en adulterio encubriendo y justificando su falta al llamar como “esposas espirituales” a las mujeres que seducía y lograban embaucar. Estas uniones, por cierto, nunca fueron autorizadas por los líderes de la Iglesia y, eventualmente, fueron condenadas y los perpetradores disciplinados.

El matrimonio plural, siendo considerado por los santos contemporáneos a la práctica como una bendición para la Iglesia en muchos aspectos, trajo grandes complicaciones para la misma en el ámbito político en su relación con el gobierno federal de los Estados Unidos.

Cuando en 1879 la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró como constitucional las leyes antipoligamia, comenzó una persecución a los esposos y esposas plurales durante la década siguiente, llevando varios varones santos de los últimos días, incluyendo líderes de la Iglesia, a la cárcel.

En 1890, se presentó lo que posteriormente llegó a conocerse como el Manifiesto. En el texto, Wilford Woodruff, presidente de la Iglesia en ese entonces, puso fin a la práctica del sellamiento de matrimonio plurales no solo en el Estado de Utah sino en toda la Iglesia. El año siguiente, el presidente Woodruff indicó que el Señor le había mostrado “en visión y por revelación, exactamente lo que sucedería si no poníamos fin a esta práctica” incluyendo el encarcelamiento de los apóstoles, profetas y padre y la usurpación de la propiedad de los templos que la Iglesia poseía.

La doctrina enseñada por la Iglesia de Jesucristo no ha cambiado. Las prácticas y las normas de la Iglesia se van adaptando de acuerdo a las circunstancias culturales y sociales que se vivan en donde la Iglesia y sus miembros se encuentren. Hoy en día la Iglesia de Jesucristo no enseña ni alienta de ninguna manera la práctica del matrimonio plural y, si algún maestro llegara a hacerlo, es reprendido en el acto. Actualmente la práctica de la poligamia es sancionada con el retiro de la condición de miembro de la Iglesia.

Erróneamente algunos medios (como la agencia AFP) han dicho que aún existen algunos «creyentes radicales» que pertenecen a la «iglesia mormona» que conservan la práctica del matrimonio plural en la actualidad. Estos grupos referidos no tienen relación con La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y, como es lógico, ni la Iglesia ni sus miembros pueden controlar lo que hagan algunos grupos apóstatas que se hagan llamar mormones. Decir que grupos mormones viven en poligamia en la actualidad es un gran error.

Para leer los ensayos originales que fueron citados anteriormente: «El matrimonio plural en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días», «El matrimonio plural en Kirtland y Nauvoo»  y «El matrimonio plural y las familias en los inicios de Utah».