Por Paula Marilaf y Yamil Inostroza

SANTIAGO, Chile –  Julieta Abate Daga es una señorita miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que, a comienzo de febrero, captó las miradas de los argentinos. No sólo se destacando entre sus pares por su belleza, sino que también por su personalidad y vestuario modesto, haciendose merecedora de la corona en la última versión del Festival Nacional de Peñas en Córdoba, Argentina.

El Festival Nacional de Peñas

“Haber salido reina para mí es muy importante y un orgullo”, nos comenta Julieta desde Córdova, Argentina; “era algo que anhelaba, es un logro obtenido”. Pero esta no es la primera vez es aplaudida sobre un escenario con una corona sobre su cabeza.

El año pasado Julieta fue reina de los carnavales en la ciudad de Oncativo, Córdova y este año fue invitada a participar en la elección para el festival que se realiza en la ciudad de Villa María en la misma provincia, el Festival Nacional de Peñas.

Julieta Abate, durante la premiación en que se coronó como reina del Festival de Peñas.
Julieta Abate, durante la premiación en que se coronó como reina del Festival de Peñas.

Según Julieta nos comenta, el Festival Nacional de Peñas se consolidó como el festival más importante a nivel nacional y con fuerte proyección internacional, surgió de las peñas folclóricas de los años 60. Este festival reúne a reconocidos artistas de diversos géneros musicales.

Pero no todo es música. La elección de reinas es una de las partes más esperadas del festival y Julieta fue la protagonista. Ella tuvo que pasar una pre-selección, y luego competir contra otras 10 participantes, siendo entrevistadas por un jurado conformado por diversos profesionales de excelencia.

“Las postulantes deben presentarse con ropa de sport fino” nos relata Julieta, «no tiene pasadas en trajes de baño”. Este asunto (el de la modestia) fue importante para ella y fue una de las cosas que le incentivó a participar.

Julieta junto al Elder Alfredo Salas, de los Setenta, durante su graduación de Seminario. | Foto: Gentileza de Julieta Abate.
Julieta junto al Elder Alfredo Salas, de los Setenta, durante su graduación de Seminario. | Foto: Gentileza de Julieta Abate.

Con tranquilidad comenta que “al ser sport fino, lo que pedían como ropa era un jean con una remera (polera), entonces cada una elegía lo que se ponía. Lo que si pedían eran tacos finos,  para la noche de la elección tenía que ser de gala, yo me puse el vestido de egresada, por lo que no tuve ningún problema, fue siempre bajo las normas de modestia… no se fijan en las medidas del cuerpo,” continúa diciendo, “sino que se fijan mucho más en como sos como persona y no tanto en lo que se es por fuera.”

“Luego de la selección, las diez finalistas pasamos por una jornada interdisciplinaria y finalmente fuimos a la elección donde fui coronada como reina nacional” dice Julieta con alegría.

Al conocer su nominación y posterior elección como reina del festival fue una gran alegría para Julieta, todo la felicitaron, incluso el Élder Alfredo Salas, de los Setenta, «cuando se entero de la noticia me llamo para felicitarme y a mis padres» nos relata Julieta.

La “medallita” de las Mujeres Jóvenes

Julieta cumplirá 18 años el 28 de mayo que viene, esto significa que abandonará a las Mujeres Jóvenes, con las que se reúne cada domingo en la Rama Oncativo, Estaca Córdova Este, dónde ella y su familia pertenecen. Esta organización para la juventud de la Iglesia ha tenido un gran impacto en su vida y lo dejó de manifiesto al no desprenderse en ningún momento de su colgante con el emblema  de las Mujeres Jóvenes, incluso cuando se le pidió sacárselo durante la final del certamen.

Al preguntársele por esta situación ella dice que “no deje de lado la medallita porque era muy importante y un orgullo para mi poder tenerla conmigo, y cuando me dijeron que no podía llevarla colgada por motivo de que no iba con el vestido de gala me sentí mal por un momento, pero luego lo primero que hice fue mirarme la mano y me dije: ‘a la medallita la voy a tener conmigo igual’ y fue ahí cuando se me dio por ponérmela en el dedo, y busque la forma de que pudiera verse”.

Como no se le permitió usar el congalte con el emblema de las Mujeres Jóvenes en el cuello,
decidió usarlo de todas fotas, pero en su mano.

La influencia de Seminario

Julieta y el presidente de Estaca Córdova Este, Marcelo Daniele, durante su graduación de Seminario. | Foto: Gentileza de Julieta Abate.
Julieta y el presidente de Estaca Córdova Este, Marcelo Daniele, durante su graduación de Seminario. | Foto: Gentileza de Julieta Abate.

Además de cursar su educación segundaria (y actualmente está estudiando Recursos Humanos en la universidad), Julieta participó activamente del programa de Seminarios de la Iglesia, programa de 4 años al que asisten los jóvenes en edad de Enseñanza Media (Segundaria) para estudiar las Escrituras los días a la semana.

“Termine seminario el año pasado,” nos cuenta Julieta, “me encantó haber ido a seminario, fue una experiencia maravillosa, es un programa inspirado por Dios”. La asistencia de Julieta a Seminario ha sido otras cosas que la han marcado espiritualmente y la han hecho firme en vivir sus normas. Julieta asevera que Seminario “trae muchas bendiciones y puedo testificar que los días de los jóvenes cambian cuando tienen seminario por la mañana.”

Al tener este testimonio sobre Seminario, hay cosas que ella no entiende. Julieta nos dice que “he escuchado que a veces los padres le prohíben a sus hijos asistir a seminario como una penitencia, pero no se están dando cuenta de que perjudican a sus hijos en vez de ayudarlos.  Aunque nos cueste levantarnos muy temprano y llegar dormidos a las clases de seminario se aprende muchísimo, nuestro testimonio se fortalece cada día un poquito más. El Espíritu se siente tanto que me he emocionado muchas veces.

Ella nos muestra que Seminarios no solo ha afectado positivamente en su vida, sino en toda su familia, “al llegar a casa podemos compartir con nuestra familia experiencias hermosas que hemos tenido” nos dice Julieta, “sin duda ¡sé que Seminario es una guía en la vida de los jóvenes y que puede hacerlos cambiar para bien!”

Julieta junto a sus padres y hermanos en su graduación de Seminario.
| Foto: Gentileza de Julieta Abate.

El apoyo de una familia recta

Julieta, nuevamente con sus padres y hermanos, durante la fiesta de egreso de la segundaria. | Foto: Gentileza de Julieta Abate.
Julieta, nuevamente con sus padres y hermanos, durante la fiesta de egreso de la segundaria. | Foto: Gentileza de Julieta Abate.

Dentro de todas las participantes que competían por la corona del festival, a los jueces les llamó la atención algo especial en Julieta, el Hno. David Sarmiento, secretario de la estaca a la que Julieta pertenece, comenta que “su papá cada día la llevaba y la esperaba, y ella en las entrevistas [con los jueces] nunca dejo de nombrar a su familia, el sostén que son para ella, y eso les llamo la atención.”

Julieta comparte algunas de sus fotos con nosotros, tanto de su graduación de Seminario como del festival, muchas de esas fotos está acompañada de su padre (quién además es presidente de la rama a la cual asisten) su madre y hermanos.

El apoyo de su familia ha sido fundamental para Julieta. “Una de las razones que participe del concurso fue porque mi familia me apoyo desde un principio y me animó a que pudiera hacerlo ya que era algo que me gustaba y que deseaba hacer”.

Un futuro brillante

Siempre de acuerdo a las normas de modestia de la Iglesia, esta fue la vestimenta que usó Julieta para presentarse en la pre-selección del concurso. | Foto: Julieta Abate.
Siempre de acuerdo a las normas de modestia de la Iglesia, esta fue la vestimenta que usó Julieta para presentarse en la pre-selección del concurso. | Foto: Julieta Abate.

Sin duda su actividad en los programas de la Iglesia y la influencia de su familia le han ayudado a tener una visión de lo que ella desea y de lo que el Señor desea para su futuro. Julieta son afirma con claridad que sus planes para futuro son “formar una familia eterna, cuidar de mis hijos y poder ejercer mi futura profesión”, y al ser consultada por el tema de la misión responde con sinceridad que “es algo que estoy evaluando mucho, tengo un tiempo aun, así que más adelante podré saber cuál es la decisión a tomar.”

Julieta no se proyecta actualmente participando en otros certámenes de belleza, pero le interesan el trabajo en publicidad, pero dice que “si en algún momento se me presenta esa oportunidad, ¿por qué no? ¡Pero siempre respetando mis normas de modestia!”.

La oración, la perseverancia y ser firme a las normas.

Luego de esta experiencia que Julieta ha vivido, le manda un mensaje a la juventud: “Oren siempre para preguntar si la decisión que van a tomar es la correcta, o para que Él les dé la mejor [decisión] para ustedes. Y si algo no les sale como ustedes quieren o desean, no se preocupen, de seguro está por llegar algo mucho mejor que lo que anhelaban. Recuerden y tengan presente que ¡el Señor le ama!”

Julieta enfatiza que las señoritas de la Iglesia deben ser perseverantes “llevando sus normas de modestia, mostrándose como lo que son y no queriendo aparentar ser otra cosa, siempre SER Y NO PARECER , porque si realmente desean algo, lo van a conseguir mostrándose ustedes mismas”

Su reinado aún no ha terminado. Julieta son menciona que “ahora me toca viajar a las distintas fiestas nacionales que invitan al Festival Nacional De Peñas, donde debo representar al mismo”. Pero sabemos que no solo representará a su festival y su ciudad, sino que ahora Julieta es otra prueba de que no es necesario ser inmodestas para ser considerada bella y valiosa, y el mundo está apreciándolo.

Julieta junto a sus padre y su hemana menor, luego de ganar el certamen luce su corona,
su cetro y su colgante de las Mujeres Jóvenes en su cuello. | Foto: Gentleza de Julieta Abate.