Fuente: Deseret News


Traducción por Camila Reyes

SANTIAGO DE COMPOSTELA, España – Stephen Ward, 18 años, dice tener suerte de sobrevivir al reciente accidente ferroviario en España que este miércoles cobro la vida de 80 personas y 95 lesionados.

Aunque permanece internado, Ward está agradecido de estar con vida.

“He estropeado mi cuello muy mal y tengo puntadas en cuatro partes de mi cabeza y cara, pero escuchando sobre lo que pasó, soy realmente afortunado por estar aquí” dijo Ward al The Telegraph.

“Nuestros pensamientos y oraciones están con todos aquellos afectados por el accidente en España. Entre los lesionados estaba el Elder Stephen Madison Ward, 18 años, de Bountiful, UT., quien se encontraba sirviendo en la Misión Madrid España”, declaró La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días. “Elder Ward sufrió lesiones menores, así como también lesiones en el cuello. Se prevé una pronta recuperación. Élder Ward completó 6 semanas en el Centro de Capacitación Misional de Madrid e iba camino a su primera asignación”.

Scott Jackson, presidente de misión de Elder Ward, dijo que este habría sufrido una fractura en su sexta vertebra.

“Él se encuentra en observaciones en el hospital. Sufrió laceraciones en el cuero cabelludo y una lesión en el cuello,” dijo Jackson. “Tuvo una conmoción cerebral, pero en estos momentos el problema principal es la lesión en el cuello”

Ward recordó algunas pequeñas memorias de antes del choque, explicando que él no puede recordar mucho más de lo que pasó.

“Recuerdo el tren yendo muy rápido dando la vuelta a una curva cerrada y las maletas volando de las repisas para el equipaje”, dijo Ward al Telegraph. “Una mujer enfrente de mí voló de su asiento y luego pienso que el tren se descarriló. En ese punto perdí la conciencia, y cuando volví en mí estaba siendo arrastrado del vagón”.

Se informó que el tren viajando mucho más allá de la velocidad permitida, de acuerdo a los testigos oculares y grabaciones de video. Ward describió la terrorífica escena en la que se despertó inmediatamente después del accidente.
“Fue como una escena del infierno”, dijo Ward. “Pensé que estaba soñando. Había sangre por todos lados, la mía y de otras personas. Y cuerpos siendo sacados. Ellos estaban tirando a las personas [hacia afuera] de la destrucción. Algunos ya muertos y otros lucían como si estuvieran a punto de morir. Éramos como muertos vivientes”