Preguntas y Respuestas: Líder del programa misional discute acerca de los cambios en el rol que desempeñan las esposas de los presidentes de misión y las hermanas misioneras.

Los siguientes extractos pertenecen a una entrevista realizada por el periódico Salt Lake Tribune al Élder David F. Evans, director ejecutivo del Departamento Misional de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

¿Cuántas parejas de presidentes de misión provienen de Utah, Estados Unidos y el resto del mundo?

Es bastante variado pues hay un poco de todo el mundo. Claramente, una parte importante es oriunda de las zonas en que la iglesia está mejor establecida… Pero un número no menos sorprendente escapa a esa regla. Es cada vez más común que trabajemos con presidencias de área para identificar qué hermanos y hermanas podrían servir en estos llamamientos y muchos presidentes de misión terminan siendo sudamericanos, ya sean de Brasil o de los países hispanohablantes.

¿Qué es lo que se espera de la esposa de un presidente de misión?

Diría que el papel de la esposa del presidente de misión ha evolucionado y continúa en ese proceso. Tras el cambio en la edad mínima para servir, el cuerpo misional, que solía ser predominado por élderes jóvenes, cuenta ahora con un 28% de presencia femenina. Hace dos años, cuando el presidente Thomas S. Monson hizo el anuncio, las hermanas en misión eran 8.000. Hoy en día, esa cifra supera las 25.000 misioneras y según estimamos, se mantendrá en el rango del 25 al 30%. Sin embargo, no fue sólo un impulso nacido a causa de la declaración sino un deseo constante de aprovechar la opción que tienen de salir a misión. Pese a que no se les presiona ni se considera que sea su ‘deber’, un número significativo de jovencitas realmente desea servir. Como la cantidad de élderes también aumenta, calculamos que el total de misioneros no disminuirá con el tiempo, más bien todo lo contrario.

¿Existe un término mejor que “esposas de presidentes de misión»? ¿Se podría llamar a las mujeres ‘copresidentas’?

Dudo que puedan ser llamadas copresidentas. Hace poco nos reunimos con las líderes de las tres organizaciones auxiliares para tratar el tema de las esposas de presidentes de misión y de las hermanas misioneras. Entre las preguntas que les planteamos estaba ésa ‘¿existe una mejor denominación?’ Pensamos que sí, pero aún no llegamos a un consenso como para anunciarlo. Varias esposas y presidentes consideran que “esposa” es un nombre adecuado porque su esposo es llamado como presidente y ella como su “compañera”. Ésta es una de las partes más bonitas o curiosas del llamamiento, tener un llamamiento cuando en la práctica están sirviendo los dos.

Por ejemplo, mi esposa suele decir “cuando fuimos llamados”… porque ella fue mi compañera en todo lo que hicimos. Fui presidente en la misión Japón Nagoya desde 1998 hasta el 2001, la que se transformó en una de las mejores experiencias de nuestras vidas por haber podido servir juntos. En vez de preocuparnos por el nombre de nuestros llamamientos, nos enfocamos en dividir equitativamente el trabajo, en llegar al corazón de los élderes y de las hermanas y en levantar el ánimo de los miembros.

¿Cómo es que el papel de la esposa del presidente de misión está evolucionando entonces?

Es de conocimiento general que los jóvenes prefieren tratar ciertos tipos de problemas con otros hombres y que las jóvenes se inclinan más a hablar de problemas específicos con otras mujeres, ya sean sus mismos pares o uno de los miembros del matrimonio presidente. Es allí que el rol de la esposa del presidente es vital. No pasa un día en el que acompañe a su esposo sin participar en lo que sucede dado que es una entrenadora activa. La incentivamos –como su tiempo y circunstancias familiares lo permitan– de salir con las hermanas y ayudarlas a ser mejores maestras… Más que ser únicamente la compañera de su esposo, pertenece al consejo directivo… De todas las modificaciones que se han realizado, una de las mejores acogidas la tuvo el cambio en el sistema de los consejos.

¿Cree que las hermanas misioneras lleguen a ser líderes de distrito y de zona?

En algunos casos excepcionales, ya lo son. Si se fijan en la misión de la manzana del templo, compuesta únicamente por hermanas, notarán que están organizadas a la perfección. En la actualidad, se permite cuando las circunstancias requieren que haya distritos de misioneras. Por ejemplo, si se tienen hermanas en una zona periférica, no sería apropiado agregar un compañerismo de élderes allí, por lo que el presidente de misión haría un distrito de puras hermanas. Eso es lo que está sucediendo y de hecho, ha traído buenas consecuencias.

Ahora, como práctica habitual, lo creo posible pero no podría arriesgarme a decir cuándo pasará. Dicha decisión no sería departamental sino del Quórum de los Doce Apóstoles y la palabra final la tendría la Primera Presidencia.

En su opinión ¿qué es lo más difícil para las esposas de los presidentes de misión?

Lejos lo más complejo es cuando están preocupadas por cómo están las cosas en casa… Es el mayor acto de fe que podría existir –confiar en que Dios cuidará de sus hijos mientras ellas cuidan a los hijos de otras personas.