A nuestros ciudadanos,

Lamentamos los hechos de violencia ocurridos en la manifestación del 25 de julio recién pasado que causaron graves daños a símbolos religiosos de la Catedral Metropolitana de Santiago. Creemos que acciones como estas son un ataque y una alarma no sólo para aquellos que profesan el catolicismo, sino para todos aquellos que nos sentimos parte del mundo cristiano, para todo aquel que considera que la religión juega un papel relevante en su propia vida y para todos los que defendemos las libertades de culto, de reunión y de religión, que permiten a cualquier ciudadano adorar a Dios conforme a los dictados de su propia conciencia.

Actitudes como la de este grupo de manifestantes atentan contra la convivencia democrática en una sociedad pluralista. La libertad de expresión consagra el hecho de que cada persona pueda manifestarse públicamente según su propia voluntad para hacer proselitismo de sus ideas e incluir asuntos a la discusión pública. Pero las acciones desarrolladas por los manifestantes en aquel centro de adoración no son más que una burla a esa misma libertad en la cual tratan de ampararse.

Creemos que este incidente es una señal evidente que demuestra que la protección de la libertad de religión (que no es más que la misma libertad de conciencia) se está descuidando, lo que se manifiesta en la censura y falta de cobertura mediática a grupos, voces y opiniones válidas que provienen del lado de la fe y que tienen una injerencia legítima en el debate público.

Con humildad pero de manera firme hacemos un llamado a quienes fueron los autores de estos vergonzosos hechos a volcarse al debate de ideas, al diálogo civilizado y democrático. El respeto es esencial en ese proceso. Lo anterior resulta aún más cierto entre aquellos que abrazan diferentes ideas y conceptos, ya sean religiosos o político.

Finalmente hacemos un llamado a todas y todos los ciudadanos, independiente de sus convicciones religiosas, sociales o política, a que respeten las legítimas opiniones que las personas de fe pueden tener en el debate público y a que rechacen de manera enérgica cualquier forma de violencia contra cualquier individuo o grupo en nuestra sociedad, lo que incluye lo sucedido el 25 de julio pasado.

Los Editores
ElFaroMormon.org

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