GUAYAQUIL, Ecuador — La siguiente es la entrevista realizada a Lindon Robinson, uno de los primeros misioneros que llegaron a enseñar el evangelio en el Ecuador.

¿Cómo fue su llegada al Ecuador y con quién vino acompañado?

Llegamos cuatro misioneros en 1965 a Quito para traer el mensaje de la restauración del Evangelio de Jesucristo a este bello país, élder Craig Carpenter, élder Paul Allen, élder Brayan Gold y yo, élder Lindon Robison. Después de un tiempo, en 1966, me mandaron a empezar la obra misional en Guayaquil, luego otro compañero vino a Guayaquil por Lima. Nos han dicho que fuimos escogidos porque nuestro presidente tenía confianza que trabajaríamos fuerte, que no nos desanimaríamos y que trabajaríamos unidos.

¿Encontraron dificultades en sus inicios en Ecuador?

Una de las dificultades al principio fue que no tuvimos lugar para tener las reuniones, pero resolvimos esto y el segundo problema es que no había miembros a menos de nosotros cuatro, pero durante las primeras semanas llegaron tres familias mormonas a Quito y fueron un gran apoyo para la obra.

¿Cómo los recibieron los ecuatorianos?

Todos nos recibieron bien, a pesar de sus creencias, nosotros les enseñamos a la gente que deben guardar todas las verdades que han ganado en su antigua iglesia y que nos dejaran añadir más verdades, principios y ordenanzas con autoridad. Todo lo que llevamos es designado para bendecir el hombre y la familia espiritual, física y económicamente.

¿En qué consistía su misión?

En compartir las bendiciones de la restauración de la Iglesia de Jesucristo a los que deseen escuchar y aplicar los principios del evangelio en su vida.

¿Se recuerda la dirección el primer lugar donde se reunieron?

Al principio nos establecimos para las reuniones en la calle Veintimilla y Amazonas en Quito en 1965.

Franklin Toral, presidente de la Estaca Kennedy, (i); Lindon Robinso, uno de los primeros misioneros en Ecuador; Fernando Ampuño, encargado de la  recopilación de la historia en el Ecuador.
Franklin Toral, presidente de la Estaca Kennedy, (i); Lindon Robinso, uno de los primeros misioneros en Ecuador; Fernando Ampuño, encargado de la  recopilación de la historia en el Ecuador.

¿Cómo ve el crecimiento de Ecuador en estos 50 años?

El primer mes que llegamos a Ecuador nueve personas fueron bautizadas y unidas a la Iglesia en Ecuador, ahora hay 229.000 miembros de la Iglesia en Ecuador.

¿Cuáles son sus actividades ahora en la vida regular y en la Iglesia?

En nuestra Iglesia todos son trabajadores y todos tienen responsabilidades de mantener a sus familias, entonces después de la misión dedicamos a nuestras carreras, a la vez dando servicio a nuestros hermanos y hermanas fuera de nuestro trabajo. Mi trabajo me ha mandado a regresar a Ecuador cinco o seis veces durante estos últimos 50 años, siempre ha sido un gozo o una alegría de regresar porque cuando servimos en un país como misionero llegamos a ser embajadores del país.